La calidad del agua potable en Santa Rosa es un problema de vieja data, que atraviesa al menos las tres últimas gestiones municipales sin que hasta el momento haya existido una solución. Y así es como en los últimos 15 años, han surgido a lo largo del departamento, distintos reclamos vecinales por la falta de presión, el color, los sedimentos o el gusto que muestra el agua e incluso han existido casos en los que todos esos agravantes se dan juntos.
Este último verano no fue la excepción y movidos por los reclamos y la preocupación de algunos vecinos, el Concejo Deliberante declaró al departamento en "emergencia sanitaria en agua potable" y el bloque peronista, solicitó al Epas un informe sobre la calidad del agua que brota de los distintos pozos que alimentan la red potable en el departamento.
En Santa Rosa y según sea el pozo, la región y fundamentalmente los costos, el servicio de agua potable puede ser operado por Aysam, por el municipio o incluso por alguna gestión comunitaria en forma de cooperativa. Desde el peronismo sostienen que un principio de solución al problema que muestra el agua, sería que Aysam se haga cargo de todas las perforaciones, tanto las que son rentables como las que no:
"La verdad es que la comuna no se especializa en potabilizar el agua y no tiene los recursos necesarios. Ahora que la empresa provincial volvió a manos del Estado, esa tarea debería ser de Aysam", sostiene el peronismo. Y a pedido de ese bloque de concejales, el Epas realizó un informe en el que relevó una decena de perforaciones distribuidas por el departamento y del que surge que existen dos pozos, puntualmente el de Ñacuñán y el de Catitas Vieja, donde el agua "no es apta para el consumo humano".
Respecto al primero de ellos, al que existe en Ñacuñán y por los niveles alarmantes de boro, flúor y arsénico que contiene el agua, se instaló tiempo atrás y con auxilio del municipio, una planta de osmosis inversa que potabiliza una pequeña parte del caudal. Así, los vecinos del pueblo ubicado a la vera de la ruta 153, usan el agua que circula por las cañerías para lavar y bañarse pero no para tomar, que la obtienen de un depósito comunitario.
Pero para el segundo caso, el del pozo que nutre de agua al pueblo de Catitas Vieja y en el que viven algo más de un centenar de familias, el problema parece ser grave: "Y es que la muestra de agua que el Epas analizó y que declaró 'no apta para consumo humano' está tomada luego de la planta potabilizadora que hay junto al pozo, es decir que el agua que llega a las casas no es potable", explica el concejal peronista Marcial Ibarra.
El Epas explica que para el caso de Catitas Vieja, está roto el caño del pozo, lo que permite filtraciones de napas contaminadas y que por ello "el agua ha superado los límites máximos de sales en general y manganeso", aunque lo más grave es que el ente de control asegura que "esto viene informándose al municipio desde 2006, para que realice un control de la fuente y busque soluciones".
Aunque la oposición sostiene que la muestra del agua en Catitas Vieja se tomó "del primer grifo de la red", el Ejecutivo municipal entiende que esto no está del todo claro: "Le hemos pedido al Epas que nos aclare si la muestra es anterior o posterior a la planta potabilizadora, porque al respecto, el informe deja dudas", señaló Marcos Nuarte, secretario de Gobierno.
De todos modos, el Ejecutivo asegura que se están haciendo diversas gestiones para hallar una solución: "Como en muchas otras partes de la provincia y del país, el agua en Santa Rosa tiene problemas, pero de ahí a que no se pueda tomar hay un largo trecho y por eso pedimos al Epas aclarar el informe. De todos modos estamos viendo con el BID distintas opciones de plantas potabilizadoras que podrían servir para ése y otros pozos. Hemos tenido reuniones y estamos buscando soluciones".
Proyecto de acueducto
En la última década surgieron en Santa Rosa distintas propuestas para intentar minimizar el problema de la calidad del agua, sin que hasta el momento se haya conseguido una solución. En 2009, el Concejo aprobó una ordenanza para instalar depósitos de agua potable frente a las delegaciones municipales, clubes y otras entidades, que debían ser llenados por la comuna y con la idea de garantizar el suministro, en caso de problemas. Nunca se cumplió.
En 2010, el Concejo aprobó la formación de una comisión integrada por ediles, funcionarios, vecinos y entidades interesadas para analizar la problemática del agua y evaluar soluciones. Recién ahora podría llegar a conformarse ese grupo. Finalmente, existe un proyecto para montar un acueducto que nazca en 12 de Octubre, donde están los pozos de agua de mejor calidad, cruce todo el departamento y llegue a La Dormida, aunque el proyecto tiene un costo de 270 millones de pesos. "La comuna trabaja para que el proyecto sea alguna vez incluido en el Presupuesto de la provincia. Esa sería una solución de fondo al problema", dicen en el municipio.