En Santa Rosa, el bar La Polémica es un termómetro social: está frente a la comisaría, se juntan allí parroquianos de todos los colores políticos y lo que uno escucha en sus mesas suele ser síntesis del humor en la gente.
Algunas conclusiones de esas charlas, entre vinos y naipes, de cara a las elecciones municipales del 12 de febrero: Santa Rosa tiene 11.000 votantes y los comicios de 2015 se resolvieron a favor de Sergio Salgado (FpV) por menos de 400 votos sobre Cambiemos. Primer dato, la sensación es que será otra vez una elección reñida. “Hoy nadie tiene la vaca atada”, dicen en el bar.
Salgado está preso, acusado de asociación ilícita y delitos contra la administración, pero ganó tres elecciones seguidas, un hecho inédito en el departamento.
En el bar aseguran que Santa Rosa tiene “ADN peronista” y a esa presunta identidad se aferra la media docena de precandidatos del partido: la ex reina de Vendimia, Florencia Destéfanis; el empresario Gonzalo Sánchez; los ex concejales Gustavo Jofré y Ricardo Cobo y el actual presidente del Concejo y gremialista Celso Reta. Puede sumarse otro, pero los tres primeros y en ese orden, corren con ventaja.
Florencia se presenta como la renovación peronista, tiene apoyo de Carlos Ciurca y chances ciertas de vencer a sus rivales internos, que le critican su flanco débil: la falta de territorialidad. “Hace tres meses que vive en Santa Rosa, no conoce el paño ni los problemas”, le reprochan.
Sánchez, con respaldo del sector Azul, apuesta a su imagen de empresario (es propietario de una cadena de almacenes locales) y Cobo es profesor y cuenta con el apoyo de Omar Félix. Y acá otros datos a tener en cuenta: en su mayoría, los pibes santarrosinos de 16 y 17 años no votaron en 2015: “En general no militan y no se sienten atraídos”, explican en el bar. El voto joven será indispensable para llegar a intendente.
El segundo dato tiene que ver con Las Catitas, el distrito donde se concentra la mayor parte de los votos y, por lo general, donde la elección se decide. “El 40% de los votos están allí y el que se haga fuerte puede ganar”, cuentan en el bar.
Salgado está preso y desde la cárcel manda mensajes de texto a sus seguidores y organiza reuniones; la última fue hace pocos días en La Dormida, donde bajó líneas para votar a la ex reina, aunque ella no se hace cargo.
“Ojo, afuera tiene pésima imagen pero acá, mucha gente sigue a Salgado, le agradece un trabajo o alguna casa y lo ve como un preso político. Alguno puede pensar que su respaldo es un salvavidas de plomo pero no se equivoque, mantiene poder”, explican en el bar.
Frente con diferencias
Podrá haber un ADN peronista, pero las denuncias de corrupción sobre Salgado y su largo gobierno han hecho mella en la comunidad o eso es lo que esperan el radicalismo y el Partido Demócrata, que podrían reeditar el Frente Cambia Mendoza en febrero, aunque antes deben resolver sus internas en las PASO del 11 de diciembre.
Desde abril y de manera transitoria, la UCR maneja la comuna y consiguió algunos logros: paga los sueldos a tiempo, reactivó parte de los servicios, puso en marcha algunas obras y negocia la millonaria deuda con proveedores. “Hoy Santa Rosa vive una paz social que pensé no vería en mi gestión”, remarcó el gobernador Alfredo Cornejo hace días.
El problema son las rivalidades. Hay tres precandidatos con mal diálogo: la concejal Débora Quiroga, última candidata de Cambia Mendoza y cuyo lema es “lo mejor está por llegar”; el senador Walter Soto y Norma Trigo, a cargo de la intendencia y que decidió postularse esta semana.
“Acá el radicalismo nunca gobernó y hoy tiene chances, pero nadie se baja. Si no arreglan sus diferencias, qué seguridad hay de que el que pierda apoyará al vencedor”, dicen los entendidos.
El Partido Demócrata tiene dos precandidatos: el ex intendente y concejal Antonio Ponce, histórico denunciante de la gestión de Salgado, y Daniel Jofré, funcionario municipal: las chances son del primero. Hace una semana, el PD hizo una convención en Santa Rosa y anunció la posibilidad de un frente electoral con el radicalismo, pero puertas adentro no está firme. “Sigue latente la decisión de ir solos”, se entusiasma alguno.
Hay tiempo hasta noviembre para la inscripción de nuevos candidatos y las de Santa Rosa serán los primeros comicios electrónicos de la provincia.
En 2015, Salgado le ganó a todo un frente pero hoy la corrupción ha debilitado al peronismo local, aunque no está claro si lo suficiente como para perder definitivamente la comuna.
Si radicales y demócratas reeditan su alianza, tendrán más chances de vencer; en ese caso y sea cual sea el resultado, la noticia también se replicará en la Nación: será una victoria o la derrota de Cornejo y del presidente Mauricio Macri, la primera de 2017.
