A la medianoche, tanto el socialismo como el Pro se adjudicaban el triunfo en Santa Fe, en una elección con una paridad asombrosa. Para más, el peronismo estaba a un paso, realizando una elección también impensada días atrás. La paridad entre el socialista Miguel Lifschitz y el macrista Miguel Del Sel, con el 91% de las mesas escrutadas, se evidenciaba en los dos mil votos de diferencia (una décima) a favor del oficialista Frente Progresista. Omar Perotti, del Frente para la Victoria, quedaba a 25 mil votos. Menos de dos puntos entre tres candidatos.
Unos y otros admitieron que hoy continuarán contando los votos, en un escrutinio que podría estirarse hasta “el jueves o viernes”, según admitió el propio Mauricio Macri, con Del Sel a su lado, en un bunker electoral del Pro que preparó una fiesta que quedó trunca.
Los otros dos candidatos a gobernador, el massista Oscar Martínez (3,66%) y Octavio Crivaro del FIT (2,32%) realizaron una perfomance electoral testimonial.
Pasadas las diez de la noche, Lifschitz, desde el centro electoral del socialismo ubicado en Rosario, salió a escena y dijo: “En la categoría de gobernador fue una elección muy pareja, con medio punto de diferencia para nosotros en las mesas testigos. Estamos muy contentos de haber logrado este triunfo”. La adjudicación de la victoria en base a mesas testigos enfureció al macrismo, que esperaba los resultado en la ciudad de Santa Fe.
Rápidamente vino el contrataque de Del Sel: subió al escenario dispuesto en su búnker y dijo algo parecido a Lifschitz. Que en las mesas testigos del Pro, era ganador por un punto. “Nunca me toca una fácil”, dijo el cómico apelando al humor.
Hasta el cierre de esta edición, el Frente Progresista, que agrupa a socialistas y radicales en esta provincia, estaba ganando las intendencias de Rosario y Santa Fe, y su candidato a diputado provincial, el actual gobernador Antonio Bonfatti, le pegaba una paliza a sus contrincantes. Por eso, había festejo en su búnker.
El Pro instaló su cuartel en un salón del Hotel Los Silos, un complejo erigido sobre viejos silos portuarios, una parte de la ciudad que se ha transformado en un mini Puerto Madero. Música, iluminación cuidada, buen catering. Toda la dirigencia nacional del Pro. El ministro porteño de Educación, Esteban Bullrich, y la vicejefa, María Eugenia Vidal, estuvieron entre los primeros. Tampoco se perdieron la cita el ruralista entrerriano Alfredo De Angeli, Fernando Niembro y el economista Carlos Melconián.
El cordobés Héctor Baldassi también vino a saludar a Del Sel. “Es un amigo, alguien como yo que no viene de la política”, le dijo a este diario. Sobre la campaña provincial, se limitó a decir: “Yo sigo caminando y militando. El 5 veremos qué dicen los votos”. En tanto, un dirigente macrista de Córdoba le transmitía a Federico Pinedo y Eduardo Amadeo noticias poco auspiciosas sobre la campaña.
El líder del Pro llegó pasadas las 19 en vuelo privado. En Los Silos, fue llevado a una sala, lejos de la prensa y los dirigentes, sólo acompañado por Carlos Reutemann y Gabriela Michetti. Macri estaba al tanto de la paridad. A las 11 de la noche, se determinó que apareciera en escena. Lo hizo con Del Sel y Reutemann y dos candidatos locales.
“Gracias a los santafesinos que se sumaron a esta idea de cambio”, empezó. Felicitó después a “Miguel por el corazón que ha puesto”. Y criticó a los socialistas “por el nivel de agresión que le manifestaron”. “Esto viene para jueves o viernes”, dijo, explicitando que anoche no habría resultados definitivos.
“No está bueno todo lo que ha sucedido en este proceso electoral. Lo digo con dolor. No sólo por la campaña sucia, ni por el escrutiño de las PASO y menos por festejar un triunfo que está lejos de ser realidad”, dijo Macri.
“También sabemos hacer mesas testigos y nuestra matemática dice que el 100% de las mesas escrutadas nos da 0,7 de ventaja. Que el partido socialista muestre prudencia”, agregó. “No pueden haber más de 74 telegramas impugnados donde gana Del Sel; le pido al gobernador Bonfatti que no haya picardías”, ejemplificó.
Macri convocó a “recorrer los pasos legales previstos para el recuento de votos; si el recuento no nos da bien, pero está bien hecho lo vamos a aceptar. Hoy estamos convencidos de haber ganado por una pequeñísima diferencia”.
“Borombonbón, Miguel del Sel gobernador", le respondieron los presentes. Después soltaron un “se siente, se siente, Macri presidente”. A las 23.30, el clima festivo se fue apagando. Quedó solo incertidumbre por los días que vendrán.