Lo que está sucediendo actualmente en Santa Cruz, con el reclamo y el avance de un grupo de personas sobre la residencia oficial de la gobernadora viene siendo derivado hacia un problema político, cuando la realidad marca que se trata de una situación social más que complicada, a raíz de las demoras en los pagos a los empleados públicos.
En esa provincia los trabajadores del Estado no han percibido los sueldos del mes de marzo, con el agravante de que estamos hablando de casi el 50% de la población laboralmente activa, mientras los chicos continúan sin concurrir a las escuelas como consecuencia de una huelga del sector docente, también por falta de pagos de los salarios.
A medida que se van conociendo los números se descubre que el problema central responde a una errónea política implementada en esa provincia sureña durante los últimos 25 años, prácticamente desde que, en 1991, Néstor Kirchner se hizo cargo de la gobernación. Desde aquel momento hasta el presente, siempre fueron hombres que respondieron al ex presidente quienes tuvieron la responsabilidad de la gestión y en la última oportunidad y merced a una cuestionable "ley de lemas", fue Alicia, hermana de Néstor y cuñada de la ex presidenta Cristina Fernández quien asumió como gobernadora. Sin embargo, desde diciembre de 2015 hasta ahora, la crisis se profundizó por la falta de pago a los trabajadores estatales y a los jubilados. Vale señalar también que, más allá de la planta de personal estatal, existe una ley especial para acogerse al beneficio de la jubilación, con una edad menor que en el resto del país.
Santa Cruz tuvo numerosas oportunidades para poder desarrollar una política que permitiera ampliar las posibilidades laborales a su población. Recibió más de 600 millones de dólares en concepto de regalías petrolíferas, que Néstor Kirchner prefirió depositar en bancos del exterior y que muy poco se sabe sobre su destino final.
A lo largo de las presidencias de Néstor y Cristina -poco más de una década- se derivaron miles de millones de pesos hacia la provincia para la realización de obras, esencialmente viales, con licitaciones ganadas por empresas ligadas al tristemente célebre Lázaro Báez y que nunca concluyeron, mientras el Estado siguió constituyendo la principal bolsa de trabajo. De acuerdo con una nota publicada por diario Clarín, entre 2010 y 2015, nada más que por adelantos financieros, la provincia recibió más de 6 mil millones de pesos, siendo la tercera provincia en ese rubro con el 17% del total, a pesar de tener el 1% de la población del país.
Es más, en el actual gobierno nacional Santa Cruz sigue estando entre las provincias mejor asistidas, ya que recibió 11.599 millones de pesos por distintos conceptos. Pese a todo ello, los empleados siguen sin cobrar y en el caso del sector docente la situación es aún más complicada en razón de que si se suman los 40 días de clases perdidos en 2015, los más de 95 de 2016 y los de este año, en que las clases prácticamente no han comenzado, la suma indica que en total fueron casi 180 días perdidos en poco más de dos años, es decir, un ciclo lectivo completo.
En lugar de realizar una autocrítica sobre los errores cometidos y establecer medidas tendientes a poner en caja la situación, la familia Kirchner prefiere politizar la situación. Así, Máximo Kirchner culpó al Gobierno nacional porque "prometió una situación económica que no cumplió", lo que "complicó la planificación llevada adelante por la gobernación (de Santa Cruz)".
Con relación a lo ocurrido en la residencia de la gobernadora, en momentos en que también allí se encontraba la ex presidenta Cristina Fernández, debe señalarse que es absolutamente reprochable e inaceptable la violencia, como también es cuestionable la utilización política que está realizando la familia Kirchner a un problema en el que tiene la mayor parte de responsabilidad.
