El festival cromático que la naturaleza ofrece desde la primavera hasta el otoño apaga sus luces estridentes y ahora predominan las tonalidades grises, el ocre y el blanco, pero el litoral costero, la inabarcable región de la estepa y la franja cordillerana conservan, inmutables ante las cambiantes condiciones climáticas, ese encantador embrujo que empuja a turistas de todo el mundo hacia el extremo sur de la Patagonia. Nevadas y vientos fuertes se alternan con el sol para ofrecer otros matices a los ojos de los visitantes.
La secretaria de Estado de Turismo provincial, Valeria Pellizza, anticipó que habrá descuentos en alojamiento, gastronomía y excursiones como una estrategia para romper con la estacionalidad que históricamente se producía en Santa Cruz y limitaba el interés turístico en esta época a El Calafate, el Parque Nacional Los Glaciares y el centro de esquí Valdelén, en Río Turbio.
En cuanto a las novedades que impulsan a planear un itinerario por la vasta geografía de Santa Cruz se destacan la creación del sendero de trekking "Huella de glaciares" a pasos de la orilla de Lago del Desierto (45 km al norte de El Chaltén), audioguías sonoras que acompañan el viaje en vehículo desde Los Antiguos hasta el lago Posadas -se pueden bajar de la web oficial www.santacruzpatagonia.gob.ar- y obras de mejoramiento de la ruta "Escénica" 41 en ese trayecto de 170 km donde se observa la transición entre el bosque y la estepa.
Mientras se prepara para su temporada de excursiones por la ría -en primavera, verano y otoño-, Puerto Deseado acaba de recuperar el funcionamiento de los relojes de la iglesia y de la histórica estación del ramal ferroviario, que unía esta localidad costera con Las Heras.
Aquí se sugieren siete escalas posibles de un recorrido que permite vislumbrar buena parte del increíble repertorio paisajístico que brinda Santa Cruz de norte a sur.
01 Bosque Petrificado. El horizonte de Santa Cruz se pierde en los más desolados confines de la estepa, allí donde resaltan apenas las siluetas de la laguna Grande y los cerros Madre e Hija y se acumulan decenas de troncos de coníferas de hasta 35 metros de largo y 3 metros de diámetro, tumbados y petrificados hace 150 millones de años por los vientos y la actividad volcánica.
A esta área de 15 mil hectáreas -el Parque Nacional Bosques Petrificados de Jaramillo, creado en 2012 y considerado uno de los yacimientos fósiles más importantes de la Argentina, a 135 kilómetros de Jaramillo- se accede a través de un desvío de 50 kilómetros de ripio, desprendido del kilómetro 2.073 de la ruta 3.
02 Comandante Luis Piedrabuena.El cruce de la ruta 3 con el río Santa Cruz señala una de las paradas más entretenidas que depara la ruta 3 en su fatigoso trayecto de 840 kilómetros por la costa santacruceña. Un imponente puente metálico facilita el acceso a la isla Pavón, el clásico recreo al aire libre -donde no faltan impactantes imágenes del atardecer- que disfrutan los vecinos de la localidad de Comandante Luis Piedrabuena.
Otro espectáculo de colores intensos se puede apreciar a 3 kilómetros de allí, en los espacios públicos del casco urbano, revitalizados por decenas de obras exhibidas a cielo abierto que crearon artistas locales.
Se destacan los murales, el arco trunco y la Antorcha al Soldado Desconocido del Parque Orgullo y Soberanía -un homenaje a la gesta de Malvinas-, el mural “El vasco de la carretilla”, la escultura “El señor de los sueños” -una original versión de Papá Noel sentado en una carreta tirada por guanacos-, los parques temáticos que recuerdan al cantautor balcarceño Hugo Giménez Agüero y al dibujante Dante Quinterno -decorado con enormes recreaciones de sus personajes Patoruzú, Patoruzito, Upa e Isidoro Cañones, entre otros- y el tapiz “Entretejiendo nuestra identidad”, bordado con lana de oveja sobre lienzo y exhibido en el Centro Cultural Municipal.
Un completo paseo por el casco histórico vincula el Museo Histórico (réplica de la vivienda del capitán Piedrabuena) con la casa de chapa y madera de 1910 donde funcionaba la central telefónica del pueblo y las centenarias construcciones que se preservan en Puerto Santa Cruz -capital del Territorio Nacional de Santa Cruz a fines del siglo XIX-, un pueblo de pescadores ubicado a 35 km hacia el sudeste de Piedrabuena.
03 Río Gallegos. La capital provincial ofrece un muy completo circuito de casas históricas, entre las que abundan las típicas construcciones patagónicas de paredes, piso y cielorraso de madera y techo de zinc a dos aguas.
Para obtener amplia información sobre el pasado de la ciudad conviene empezar el paseo en Casa Parisi -donde vivió ArthurFenton, el primer médico que ejerció en Santa Cruz-, cuyas seis salas dan forma al Museo de los Pioneros. Otros puntos a tener en cuenta son las antiguas viviendas de Joaquín García y de la Abuela Paredes -contó con el primer teléfono de la ciudad-, Barraca Amberes (levantada en 1898, hoy es la sede de la Casa de la Cultura), Instituto María Auxiliadora (de 1900), Escuela Primaria N° 1 Hernando de Magallanes, Club Británico, la Catedral, la casa del ex gobernador Juan Manuel Gregores y el Balcón de Roca.
Por estos días, el estuario del río Gallegos brinda el incomparable espectáculo de la llegada desde la meseta de ejemplares de macá tobiano, un ave en riesgo de extinción que fue declarado Monumento Natural Provincial en 2001 y deslumbra con los manchones negros sobre el plumaje blanco brillante, el cuello largo y una cresta amarillo rojiza. Lo ideal para conocer las características de esta especie autóctona es consultar a los especialistas de la Asociación Ambiente Sur.
A pocas cuadras del centro y a 15 km de la desembocadura de los ríos Gallegos y Chico en el mar, la Reserva Provincial de Aves Playeras Migratorias y la Reserva Costera Urbana de Río Gallegos sugieren una caminata al atardecer. En este páramo de 4.300 hectáreas, el Grupo de Amigos del Cicloturismo diseñó una bicisenda de baja dificultad y el circuito Estepa, que requiere un esfuerzo mayor.
04 Laguna Azul. La ruta 3 dibuja sus útimos pasos al sur de Río Gallegos antes de ingresar en las gélidas tierras australes de Chile y poco más parece deparar el paisaje a los visitantes ávidos de descubrir los rincones menos transitados de Santa Cruz. Hasta que a unos 60 kilómetros de la capital provincial surge la enorme olla volcánica de la Reserva Geológica Laguna Azul. El cráter apagado interrumpe la uniforme planicie recubierta de matas de la meseta con su cráter inundado en medio de conos puntiagudos de escoria (fragmentos de lava apilados alrededor de chimeneas volcánicas que se encendieron durante el holoceno, hace 2.500.000 años), crestas y coladas de lava sobre rocas de basalto.
Los originarios pobladores tehuelches habían bautizado Pali Aike (“Lugar del diablo”) esta extraña formación natural, recubierta varias veces en el día por el sol con una pátina que pasa del gris al verde o resalta el azul intenso de la superficie del agua, un fenómeno originado por la ausencia de piedras en el fondo. La única caminata posible para admirar esta postal en toda su dimensión -por un sendero que recorre el campo volcánico de la parte superior- implica andar con cuidado para no tropezar con las afloraciones de lava ni rozar las amenazantes espinas de pequeños arbustos, como coirón y calafate.
05 Río Turbio. Por estos días, el esquí -en sus modalidades alpino y de fondo- y otras actividades vinculadas con la nieve -como snowboard, paseos en trineo y caminatas sobre raquetas de nieve- transitan su momento de esplendor en el Centro de Deportes Invernales Valdelén.
Todo transcurre sobre la agreste ladera de la sierra Dorotea, en medio de bosques de lengas, a 4 kilómetros de la “Capital nacional del carbón”.
Los orígenes del perfil más reconocido de Río Turbio reviven en la histórica Mina 1, inaugurada en la década del 40, a través de visitas guiadas por obreros del yacimiento carbonífero. Pero no es todo: en 2003, un grupo de escultores se dedicó a tallar lengas muertas en pie, lo que dio origen al Bosque de Duendes. Hasta allí conduce un sendero de trekking junto al arroyo Santa Flavia.
Si el clima acompaña, también es posible conocer las cascadas Siete Saltos y una condorera, cabalgar, pasear en canoa, hacer travesías en cuatriciclo y motocross y, entre noviembre y abril, despuntar la pasión por la pesca deportiva en el río Primavera.
06 El Calafate. El perfil más impactante de Santa Cruz espera en el sur del corredor andino, donde los hielos continentales del Parque Nacional Los Glaciares recubren las cumbres cordilleranas.
El Calafate es el lugar más indicado para poner pie en un hotel, posada, hostería, hostel o una cabaña y contratar una excursión embarcada por el lago Argentino para observar desde la cubierta icebergs a la deriva y porciones de tres glaciares extendidos sobre las laderas, antes o después de realizar la ineludible visita al glaciar Perito Moreno, a 80 km de la localidad.
La muralla helada de 50 a 70 metros de altura de la mayor atracción se aprecia en primerísimo plano desde las pasarelas de la península de Magallanes, mientras el sol y el agua se encargan de resquebrajar el hielo y se escucha el estallido de los bloques de hielo al caer en el Canal de los Témpanos. Un desafío excitante propone la caminata guiada con grampones sobre un sector del glaciar, en contraste con los muy relajados paseos en catamarán que exhiben las caras Norte y Sur del glaciar más renombrado.
En el casco urbano de El Calafate, la categoría internacional del destino turístico se sostiene con las tiendas de marcas famosas, restaurantes, bares, agencias de turismo y bancos alineados a lo largo de la avenida Libertador General San Martín.
07 Los Antiguos. Si bien la mayor parte de los prestadores turísticos esperan la llegada de la primavera para volver a ofrecer sus servicios, varios de los atractivos cercanos a Los Antiguos -en el extremo noroeste de Santa Cruz- pueden ser visitados por los turistas.
Uno de los circuitos más novedosos es La Ascención -17 km al este por la ruta 43-, el portal de ingreso desde el norte al Parque Nacional Patagonia, creado en 2015 para proteger el ecosoistema de la meseta del lago Buenos Aires. Los senderos de trekking que despegan del casco de esta típica estancia ganadera de la Patagonia (hasta el lago, el cerro La Calle y la laguna Coa, el cerro Negro, hasta el Mirador de la Luna y a la meseta) ofrecen numerosas imágenes dignas de ser fotografiadas.
Otras vistas impactantes regalan tres puntos panorámicos elevados en el casco urbano de Los Antiguos.
Desde esa perspectiva se distinguen chacras agroturísticas, la tupida alameda que decora calles y jardines, las casitas de Chile Chico (del otro lado de la frontera internacional, a 3 km), los picos nevados de la Cordillera, el río Jeinimeni y el lago Buenos Aires.
A su vez, los aleros del Cañadón del Río Pinturas (120 km hacia el sudeste) resguardan la secuencia de pinturas rupestres de Cueva de las Manos. Las imágenes, descubiertas en 1941 por el cura salesiano Alberto Dagostini, revelan usos y costumbres de los pobladores que frecuentaban esta zona 9.300 a 1.300 años atrás.