El día más romántico del año no es San Valentín, al menos en Cataluña. En estas tierras es el 23 de abril la fecha más sentimental y también más cultural. Es el día que las calles se llenan de rosas y libros y sobran las razones para pasear y empaparse del entusiasmo que se vive en ella.
Ayer conmemoraron a Sant Jordi -en español San Jorge- el modelo del caballero andante traído por los cruzados de Ricardo I, el rey inglés del corazón de león a la Europa medieval y que es patrono de Inglaterra (Saint George), de los aragoneses (San Chorche), de Cataluña desde 1094.
Cuenta la popular leyenda que este santo capadocio luchó contra un dragón (quizá un cocodrilo de gran tamaño, según la moderna investigación histórica) para salvar a una princesa y a su pueblo en apuros y así, mientras que en otras ciudades (cada vez más) el 14 de febrero es el día dedicado a los enamorados, en Cataluña despliegan su romanticismo el día de su patrono, quien murió mártir en tiempos de Diocleciano.
San Jorge parece ser -mas allá de la leyenda y el ideal romántico que representa- un personaje realmente poco conocido. La reinterpretación histórica cuenta que Sant Jordi habría nacido en Capadocia y que fue instruido en la piedad cristiana por su madre, con quien marchó a Palestina, tras la muerte del padre. Dado su origen noble, el joven Jordi fue nombrado tribuno militar del imperio.
Rico heredero como era, al morir su madre, entró al servicio del emperador romano. Pero cuando, después del episodio del dragón, ve las crueldades a que son sometidos los cristianos, reparte su riqueza y se enfrenta a las autoridades, muriendo decapitado por su fe en defensa de su pueblo.
En fin, la tradición casi centenaria es regalar una rosa roja a la mujer y un libro al hombre. Aunque el rito no está reducido sólo a los enamorados y así, amigos o familiares, muestran todos con estas gentilezas, su afecto en este día. Las calles se inundan de puestos de rosas y libros, dando lugar a una feria a cielo abierto con aroma de flores y tintas literatas. Se suman presentaciones de publicaciones, firmas de autores y otros espectáculos culturales que hacen de este día una fecha única en el calendario catalán. La del amor galante.