El Club Deportivo Arquitectura es el equipo con el mejor palmarés del rugby español, pero no pisa la primera división desde 2005. Con el objetivo de rescatarlo de las tinieblas llegó a Madrid hace meses un antiguo "All Black".
Campbell Johnstone, que en 2005 jugó tres partidos con la mejor selección de rugby del mundo, fichó esta temporada por Arquitectura y con él viajaron cuatro jugadores neozelandeses. El objetivo es claro: fortalecer el trabajo base del club y volver a la máxima categoría, el lugar que por su historia le pertenece.
"Cuando me llamaron acepté porque me pareció una oportunidad muy interesante. El club quería buscar un cambio de dirección y me pusieron sobre la mesa un reto muy atractivo", cuenta a la agencia dpa Johnstone, que jugó de pilier (pilar) en equipos como Crusaders o Biarritz.
El ex "All Black", que ha perdido cerca de 25 kilos desde su época de jugador, coincidió muchos años en los Crusaders con leyendas como Dan Carter o Richie McCaw. Su mejor momento fue en 2005, cuando vistió la camiseta negra de Nueva Zelanda. "Es un sueño que uno tiene desde niño. Es muy especial y estoy muy orgulloso", recuerda Johnstone.
La primera mitad de la temporada ha sido prometedora para "La Escuela", como se conoce a Arquitectura: es cuarta con 43 puntos después de nueve victorias y tres derrotas, cuando hace un año era sexta con 27 unidades tras cinco triunfos y siete caídas. La segunda división del rugby español se divide en tres grupos y al final de la temporada se celebra un "playoff" de ascenso en el que participan los dos primeros de cada zona y los dos mejores terceros.
"Fue una pena haber perdido esos tres partidos, pero espero que podamos volver más fuertes después de Navidad", indica Johnstone, de 37 años y asistido en el banquillo por dos ex jugadores del club, José Antonio Cuevas y Carlos Encabo. "Estoy muy feliz del progreso de los jugadores porque están absorbiendo bien todos los conceptos que queremos implementar".
No hay ningún equipo con más Ligas españolas que Arquitectura. Cuenta con nueve, la última en 1995. Además, en su palmarés lucen seis Copas. Diez de esos 15 títulos se lograron en la década de 1980, la edad dorada del club.
"Conozco la historia de este club y soy consciente de lo que implica", admite Johnstone, que ya tuvo una aventura en España. En2012 jugó cuatro partidos con el Vigo en el ocaso de su carrera.
Después cambió las melés (scrum) por los banquillos y entrenó en Rusia y Rumania antes de regresar a su país. Ahí recibió la llamada de Roger Mahan, un neozelandés que había jugado en Arquitectura y que tenía excelentes relaciones con los Crusaders. El equipo "kiwi", actual campeón del Super Rugby -considerada la mejor Liga del mundo-, está hermanado con Arquitectura.
Fagocitado por otros deportes, sobre todo por el fútbol, el rugby español vivió épocas en los que los principales diarios deportivos del país informaban semanalmente y en grandes espacios de lo que ocurría en la Liga. Hoy en día apenas hay lugar para el deporte oval. Prima lo redondo. Y si un equipo no juega en la Divisón de Honor, la máxima categoría, es fácil caer en el olvido.
"Nuestro propósito -dice Francisco Javier Olaciregui, presidente de Arquitectura- es estar en la máxima categoría, que es donde nos corresponde por historia y por tradición".
"Ése es uno de los tres objetivos que tenemos marcados. Los otros son mejorar nuestras instalaciones y conseguir patrocinadores. Somos el club más laureado del país y de los últimos en instalaciones", lamenta Olaciregui.
Arquitectura tiene cerca de 600 jugadores y 20 equipos entre todas las categorías. Su presupuesto anual ronda los 350.000 euros, que salen principalmente de tres sponsors (una constructora, un hotel y una marca de bebidas) y del aporte de socios y jugadores. Sí, los jugadores pagan por competir.
"Los chicos pagan por jugar. Desde que se fundó como club en 1931, Arquitectura está en el código amateur", dice el presidente. "Pero con tantos equipos tenemos unas necesidades económicas inmensas".
Regresar a la primera división ayudaría a conseguir nuevas inversiones. De momento, el camino tomado con Johnstone parece el adecuado. "El equipo está dando satisfacciones, está generando ilusión y la gente se preocupa por el club, que es algo que se había perdido en el pasado", señala Olaciregui.