Sandleris admitió que el dato de inflación de febrero va a ser alto

El presidente del Banco Central habló en la Fundación Libertad. Habló sobre la inflación de enero y sobre las perspectivas para este mes.

Sandleris admitió que el dato de inflación de febrero va a ser alto
Sandleris admitió que el dato de inflación de febrero va a ser alto

El presidente del Banco Central (BCRA), Guido Sandleris, dio hoy un breve discurso en un encuentro de la Fundación Libertad. Allí, evaluó como demasiado alto al dato de inflación de enero pasado, dijo que espera que el siguiente dato sea alto y también que quedan varios meses de ajustes tarifarios que pueden afectar esas mediciones. Argumentó que los errores pasados de éste Gobierno y su predecesor -el atraso cambiario, el tarifario y el déficit fiscal- están casi corregidos, lo que a su entender sienta las bases para "bajar la inflación de manera sostenida".

"La inflación de enero, 2,9% mensual, fue muy elevada, y lo más probable es que el dato de febrero también lo sea", arrancó el banquero central.

Luego de comparar el caso argentino con el de países de la región que lograron llevar sus niveles de inflación a un dígito anual, argumentó que la Argentina no tiene por qué resignarse a convivir con niveles altos. "Vamos a lograr bajar la inflación y lo haremos sobre bases sólidas", dijo.

"La inflación de enero, 2,9% mensual, fue muy elevada, y lo más probable es que el dato de febrero también lo sea".

En esa línea, señaló una crítica contra la política monetaria de sus antecesores durante éste período de Gobierno, Federico Sturzenegger y Luis Caputo, y durante los gobiernos previos.

"Hay ocasiones en las que se intentó bajar la inflación atrasando el tipo de cambio. Este camino se usó, por ejemplo, durante el Plan Austral, el Plan de Convertibilidad, el cepo cambiario vigente hasta 2015 y, en alguna medida, también en los primeros años del gobierno actual", dijo Sandleris.

La estrategia, si bien tiene resultados de corto plazo, "genera un desequilibrio del sector externo, que se sostiene mientras el resto del mundo está dispuesto a financiarnos, pero que termina en una depreciación y una suba de la inflación una vez que este financiamiento se corta", agregó.

"Hemos corregido casi en su totalidad los tres desequilibrios macroeconómicos que arrastraba la economía: el atraso cambiario, el tarifario y el déficit fiscal".

La otra estrategia que criticó, atrasar las tarifas de servicios públicos, genera efectos similares, aseguró: "Cuando el financiamiento se acaba genera, como en el caso del tipo de cambio, una recomposición del precio atrasado, un salto de la inflación y un nuevo episodio inflacionario que debilita nuevamente la confianza en la moneda doméstica".

Por último, se refirió al déficit fiscal durante esos intentos de bajar la inflación.

"Una característica común de la mayoría de los intentos de control de la inflación en nuestro país es que no lograron resolver el problema fiscal y tuvieron que convivir con déficits fiscales elevados. La existencia de déficit fiscal hizo que eventualmente se recurra al Banco Central para financiar el desequilibrio. La emisión monetaria consecuente genera inflación más temprano o más tarde", dijo.

Tras la crisis del año pasado, el segundo acuerdo con el FMI y la reformulación de la política monetaria que tuvo lugar desde fines de septiembre, sostuvo Sandleris: "hemos corregido casi en su totalidad los tres desequilibrios macroeconómicos que arrastraba la economía: el atraso cambiario, el tarifario y el déficit fiscal. Esto nos ubica, como les decía, ante la posibilidad de bajar la inflación de manera sostenida".

"Quiero ser sincero, no hemos llegado hasta acá de la forma planeada. El camino fue más arduo de lo que imaginábamos".

"El tipo de cambio real hoy se encuentra 59% por encima del nivel que tenía antes de la salida del cepo. El déficit de cuenta corriente del cuarto trimestre (desestacionalizado y anualizado) fue de 1,2% del PIB, 3,8 puntos más bajo que en 2017", enumeró. "El atraso tarifario, que como dijimos, fue un instrumento muy utilizado hasta 2015, está ya corregido en su mayor parte. Ya se ha hecho la mayor parte del esfuerzo que implica sincerar las tarifas", continuó. "En el aspecto fiscal, el déficit primario se redujo de cerca de 5% en 2015 a 2,4% del PIB en 2018. Y no habrá déficit primario en 2019", concluyó.

"Quiero ser sincero, no hemos llegado hasta acá de la forma planeada. El camino fue más arduo de lo que imaginábamos. La reversión del financiamiento externo en 2018 junto con los errores mencionados nos llevó a una contracción de la economía y una situación de inestabilidad nominal el año pasado. La inflación y las expectativas de inflación aumentaron fuertemente", concluyó.

Matías Barbería 

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