Un jugador de rugby del club Pucará fue suspendido por 29 años por haber pateado en la cabeza a un rival. La sanción recayó en el jugador Cipriano Martínez quien el 2 de abril pasado pateó en la cabeza a Juan Masi, de San Albano durante un partido de la división Intermedia.
Si bien Pucará había anunciado que suspendería de por vida a Martínez, la comisión de Disciplina de la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA) terminó de definir hoy la sanción de 1.508 semanas, equivalente a 29 años.
Martínez, de 25 años, tiene diez días para recurrir la sanción ante el Consejo Superior de la URBA. El mundo vio a través de la web el video del momento en que se produce la salvaje agresión, por la que de milagro Masi no tuvo lesiones mayores.
"La conducta de patear la cabeza a un rival tiene un mínimo de 3 años y un máximo de perpetuidad, es una conducta grave. Partiendo de eso se toman en cuenta agravantes en cuanto a que el jugador agredido no tenía posibilidad de defensa y el golpe fue premeditado porque retrocedió y volvió para pegar", explicó el presidente de la comisión de Disciplina, Orlando Greco.
El directivo, abogado de profesión y con cuarenta años en el rugby, también señaló que se consideraron "atenuantes en cuanto a que el jugador nunca tuvo una sanción, aceptó su culpabilidad y pidió disculpas por lo hecho". "De ello la comisión elevó su informe al Consejo Superior que definió la pena en 1.508 semanas", explicó.
Durante esos 29 años de sanción, Martínez no podrá formar parte del mundo del rugby, ni como jugador, entrenador, dirigente, integrante de cuerpo técnico ni médico, explicó Greco.
El momento de la cobarde agresión