Cementista cerró un 2019 de lujo y difícilmente puedan olvidarlo sus hinchas. Porque se consagró como el mejor del año, ya que en el Apertura también gritó campeón al derrotar a Andes Talleres y anoche, festejó de manera estruendosa lo que fue el bicampeonato, tras derrotar 4-2 al Club Mendoza de Regatas en una final infartante. Además, el Poli consiguió su quinto título a nivel local y por eso, Las Heras anoche no durmió.
Cementista se coronó campeón porque durante gran parte del encuentro se mostró como un equipo compacto, ordenado, agresivo y siempre propuso un juego muy ofensivo, que buscó meter al quinteto del Lago bajo los tres palos.
Así fue que con oficio y la capacidad de ser un equipo que conoce de instancias definitorias, derrotó a un Regatas que se animó a atacar recién cuando quedaban menos de cinco minutos y se esfumaba la chance de volver a festejar tras cinco años largos años. Hace dos años había jugado su última final, justamente ante el mismo rival de anoche, y con un final lejos de lo soñado. Por eso parecía la ocasión para desquitarse, para tomarse revancha y para sacarse la espina clavada desde entonces.
Sin embargo, los dirigidos por Omar Lucero fueron los primeros en golpear, con un golazo de Agustín Luquez a los 9 minutos de la primera mitad. La jerarquía de los lasherinos quizás haya sido la clave a lo largo del torneo y anoche demostraron esa condición.
Porque aunque a veces la ventaja inicial puede ser contraindicada en definiciones de estas características, con tanta tensión por lo jugado, el quinteto de Las Heras supo mantener con tranquilidad el gol de diferencia hasta que se cumplieron los primeros 20' reglamentarios. Y si bien en el complemento, Regatas pegó de entrada, a los 2 minutos, el campeón no se intimidó, redobló la apuesta y fue a buscar la ventaja que merecía. Los dos golazos de la figura de la noche, Lucas Díaz, fueron el premio a la decisión para atacar siempre. Así, con el duelo 3-1 a favor, parecía encontrar tranquilidad para cerrar la noche. Sin embargo, los dirigidos por Osvaldo De Dominicci no aflojaron, en ningún momento lo dieron por perdido y con mucho coraje consiguieron ponerse a tiro del empate. El 3-2 fue la ilusión que motorizó a los hinchas en la tribuna; sin embargo, el campeón decidió que no podía permitirse un rélax y con mucha jerarquía liquidó la historia, a los 17 minutos, de la mano de su capitán, Cristian Álvarez.
Fue una explosión que cubrió todos los rincones del Polideportivo Juan Domingo Ribosqui, en el departamento de Maipú.
Las tribunas se cubrieron del amarillo y verde tradicional y el grito espontáneo, surgido desde las propias entrañas, dejó en claro quién fue el mejor de todos.
El "dale campeóooonn, dale campeóoooon", así, estirando la o, fue el hit más escuchado y Cementista culminó un 2019 que quedará en la retina de todos los lasherinos. Que nadie lo dude, fue un año inolvidable.
“Es lo más hermoso que puede haber”
El DT de Cementista, Omar Lucero, expresó: "Ya lo tenía como jugador, ahora me tocó como técnico. Venimos hace 4 años gracias a los chicos manteniéndonos arriba y saliendo campeones. Es lo más hermoso para un equipo de barrio". Además respecto a la capacidad del plantel, dijo: "Es mucha predisposición de ellos, de venir a entrenar con frío, calor, no faltar. El profe es un mostro y con el "Ruli" (Coria) conformamos un gran cuerpo técnico".
Gimnasio N°1, Alianza y Sanidad también festejaron
En tres finales apasionantes, disputadas en la antesala de la gran definición de la Primera A, los ascensos quedaron en manos de Gimnasio N°1, Alianza Guaymallén y Sanidad Futsal. Los tres coronaron un semestre que seguramente será inolvidable.
El primer encuentro fue el de la Primera D, entre San Pablo y Alianza Guaymallén. El equipo dirigido por Muñoz se lució en la final y derrotó 3 a 1 con goles de José Leal y dos de Mariano Lombino. En tanto, para el subcampeón, descontó Fernando Reyes.
El segundo duelo fue por el ascenso a la A2, entre Godoy Cruz "C" y Sanidad Futsal. El equipo de la Ciudad de Mendoza, tras ir perdiendo 3-2, lo igualó a solo tres minutos del final y en el tiempo suplementario, Nahuel Castro fue clave para anotar el 4-3 que resultó definitivo.
El tercer juego fue el que le dio la vuelta a Primera A al Gimnasio N° 1 y tuvo un final infartante. El equipo de la Universidad lo ganaba 3-2, pero a poco del final (restaban apenas cinco minutos) apareció el héroe de la noche, Nicolás Roldán, para torcer la historia, dar vuelta el encuentro y coronar al equipo de calle Paso de los Andes.
