El arte busca hace tiempo un lugar en el departamento de San Rafael que, por distintas circunstancias, ve cómo desaparecen lugares donde se podían exponer cuadros, esculturas, hacer conciertos y recitales, o presentar obras de teatro, entre otras cosas.
Sin una respuesta certera -sino por el contrario con gran cantidad de interrogantes- los sanrafaelinos asistieron una vez más al cierre de un espacio dedicado a este tipo de actividades, sin poder encontrar la vuelta de tuerca que sirva para dar solución a un problema que parece arraigado.
El domingo fue la última función que se realizó en Gabinete Multiespacio, uno de estos sitios que abrieron sus puertas a un sueño y que, agobiados por una realidad mucho más dura de lo imaginado, debieron cerrarlas.
Gabinete Multiespacio funcionó durante dos años en el salón ubicado en la segunda cuadra de la avenida San Martín por el empuje y la ilusión que inyectaron a esa idea Diego Rodríguez (director de cine) y Lali Tinte, gestora cultural. Pero como otras tantas salas independientes que ya son historia en el departamento, debieron cerrar sin saber si podrán algún día reabrir.
“El domingo por última vez se abren las puertas de Gabinete en San Martin 174; ese salón con columnas que se ubicaba detrás de un largo pasillo. Para muchos era eso, para otros fue su casa, y para otros, un templo”, resumió Diego en una invitación a “la última función” que difundió en Facebook. Para la despedida, el domingo pasado a las 21.30 se presentó la obra “Señales de humor”, a cargo de Germán Ven y Gustavo Valiente, quienes van por la novena temporada en Capital Federal con su humor estilo stand up.
Por esta sala pasaron cientos de artistas, no sólo locales. Se hicieron talleres, cursos, “música, danzas, algo de artes visuales, fotografía, audiovisuales y mucho teatro”.
Pero como afirmó Diego: “Para que, durante más de dos años, se sostenga un espacio cultural en una ciudad como la nuestra, es necesario el apoyo. Siempre contamos con la ayuda de los medios, publicitando nuestras propuestas; nos apoyó el Instituto Nacional del Teatro, enviándonos obras, con toda la gestión y la producción armada; nos apoyó la Municipalidad con la prensa y difusión, y muchas veces también con alojamientos, viáticos y demás. También nos apoyaron auspiciantes”.
Algunos señalan que “los sanrafaelinos somos raros en materia de actividades culturales”, otros como Eduardo (43) que “todo el mundo se queja pero cuando hay algo no van”, y un sinnúmero de explicaciones a la pregunta de por qué no duran abiertos este tipo de emprendimientos independientes.
No hace falta recurrir a los más memoriosos para hacer un recuento de la gran cantidad de salas que no pudieron perdurar en el tiempo. Así, estuvieron abiertas al arte y la cultura la Casa en el Aire -que se encontraba en la esquina de Rivadavia y General Paz-, El Toque Piano Bar, Racimo Multiespacio, Casa Madre que permaneció un año entre 2012 y 2013, Arytuca (Arte y Turismo Cultural Cañón del Atuel) en Valle Grande, de la fundación que presidía el pintor sin manos Roberto Órdenes.
Entre tantos emprendimientos privados, otros estatales sufrieron la misma suerte, como el Espacio Contemporáneo de Arte, ubicado en el edificio del ex banco Mendoza, en Mitre y El Libertador, dependiente del Ministerio de Cultura de la provincia, que cerró el 26 de febrero de 2014. Las causas fueron los problemas edilicios, filtraciones y excesiva humedad en las paredes, fallas en el sistema eléctrico, además de falta de muebles y elementos de exposición propios.
Para otros hacedores culturales, como Leopoldo Burgos, de Casa Burgos, esta situación no ayuda al departamento. “Se ha vuelto muy difícil llevar adelante este tipo de actividades, creo que por una cuestión económica y en segundo lugar porque parece que hay cierto desinterés de la gente, tal vez en relación con lo primero”, dijo.
En Facebook, fueron múltiples las muestras de tristeza por el cierre de uno de los lugares que se ganó ser reconocido como una sala de teatro.
“Fue precioso abrir la sala. Apagar la luz y que apareciera la magia. Todas las semanas, ininterrumpidamente, durante más de dos años. Esta situación de tener que cerrar, es todo lo contrario de abrir. Es una forma de renunciar a un sueño”, expresaron Diego y Lali en su misiva.
Las manifestaciones de solidaridad llegaron enseguida. Como es el caso de una carta abierta realizada por un sanrafaelino, Pablo Francese, dirigida a las autoridades departamentales donde los invita a “encontrar una solución para hacer que San Rafael sostenga una oferta cultural amplia y diversa”.