La gran cantidad de vehículos, incluidos camiones y colectivos de gran porte, que a diario pasan por los dos puentes ubicados sobre el río Diamante, en el departamento de San Rafael, hacen que el tránsito sea por momentos caóticos.
Es que los puentes se construyeron a principios del 1.900 para conectar ambos lados del cauce, pero nunca se realizaron otros en diferentes pasos, lo que obliga que todo el tránsito deba pasar por ese lugar.
Por esta razón, la diputada provincial María José Sanz, elaboró un proyecto en el que solicita a Vialidad Nacional -los puentes son parte de la ruta nacional 143- que se construyan dos puentes alternativos que permitirían mejorar la circulación y el tránsito. El proyecto está avalado por vecinos y usuarios de esta vía.
El pedido es que se proyecte y construya un puente fraccionado en dos partes, paralelo al ya existente sobre el río Diamante, con la idea de que ese proyecto sea incluido dentro del plan de obras para el año próximo.
Los puentes que se encuentran sobre los brazos del río Diamante, al sur de la ciudad de San Rafael, fueron construidos a principios de 1.900. Así, se realizaron dos puentes con los planos de Molina Civit, en el lugar seleccionado.
Según relata la docente e historiadora María Elena Izuel se llamó a licitación para la concreción de la parte metálica, se terminó el armado en marzo de 1906 bajo la supervisión del ingeniero Enrique Del Castillo,
De realizarse un puente en dos tramos paralelos a los actuales, se descongestionaría el tránsito que conduce no sólo a los distritos de Rama Caída y Cuadro Benegas, sino también a lugares turísticos como Valle Grande y El Nihuil, también hacia el departamento de Malargüe, con el complejo invernal Las Leñas y el paso internacional El Pehuenche.
Esta obra, en forma conjunta con la reconstrucción de la avenida Balloffet, podrían permitir un tránsito más fluido en uno de los accesos a la ciudad.
“Sería muy bueno que se haga otro puente o se busque la forma de ensanchar este, hay horas del día que se producen largas filas de vehículos que avanzan a paso de hombre”, contó Carlos, un comerciante de la zona. Y agregó: “la cantidad de autos y el semáforo de la calle Amapola (en la Isla entre los dos puentes) hacen que cruzar esta parte sea muy lerdo”.
Pero el tema de los puentes como único paso hacia el sur del departamento, con el consecuente cuello de botella que genera en el tránsito vehicular, es un punto de discusión de vieja data.
Al respecto se presentaron diversos proyectos a lo largo del tiempo, como la necesidad de construir otro puente en la zona donde se encuentra el puente Colorado -es un cruce ferroviario sobre el río- que permitiría la conexión desde el arco de ingreso a San Rafael en la ruta nacional 143, la calle Los Filtros con la 144 en Cuadro Benegas sin necesidad de atravesar el centro ni pasar por la Isla del Río Diamante.
Cabe destacar que los otros pasos alternativos sobre el río Diamante se encuentran en la zona de los barrios Pobre Diablo y El Molino y se trata de badenes que se tornan intransitables y peligrosos cuando aumenta el caudal de agua sobre el cauce.