Juan Bautista Contreras (41) fue el hijo desesperado que acudió a la Policía para denunciar la desaparición de su padre, Carlos Emiliano Contreras (75). Dos días más tarde fue el hijo compungido que lloraba el hallazgo del cadáver de "Pirincho" sumergido en una vieja pileta a sólo 200 metros de su casa.
El cuerpo tenía signos evidentes de haber sido arrastrado y presentaba una herida en la cabeza.
El rastro que encontraron los perros condujo a los investigadores desde el pozo donde encontraron el cadáver hasta el placard de la casa y con esos indicios aquel hijo afligido se transformó en el principal sospechoso.
Transcurrieron seis meses de aquellas lamentables 48 horas (entre el 2 y el 4 de abril) hasta que Juan Bautista Contreras admitió la responsabilidad, ayer se realizó un juicio abreviado y un tribunal lo sentenció a 10 años de prisión.
El único cambio fue en la calificación en la acusación que llevó adelante el fiscal Javier Giaroli, que varió de homicidio agravado por el vínculo a homicidio preterintencional agravado por el vínculo.
"Es cuando el autor quiere lesionar a la víctima y se produce la muerte a través de una causal que no era esperable", indicó el fiscal Giaroli.
El informe forense determinó que Contreras recibió golpes en la cabeza, aunque no con fuerza extrema, pero la causa de la muerte fue un infarto de miocardio.
Tanto los expertos forenses como el cuerpo de cardiólogos del hospital Schestakow no pudieron establecer sin lugar a dudas que esa golpiza fuera la que ocasionó la falla cardíaca y por esa razón la fiscalía cambió la acusación sobre la marcha.
Al final, "lo que hizo Contreras fue admitir de lo que se lo acusaba, pero en realidad nunca dijo nada; él no declaró nunca en la causa", agregó el fiscal.
Maltrato
Si bien la fiscalía no pudo sostener la teoría inicial (que el hijo golpeó al padre y le provocó la muerte), durante la investigación consiguieron testimonios que daban cuenta del maltrato habitual al que “Pirincho” era sometido.
En particular, dos testigos resultaron claves: un vecino que aseguró que Juan le pegó a su padre porque no le había comprado cigarrillos, y la persona que lo vio por última vez aquel feriado del 2 de abril. Esa mañana Contreras salió temprano en bicicleta y, cuando se lo cruzó al testigo en la calle, éste le preguntó qué hacía con tanto frío. "Pirincho" respondió que iba a comprar cigarrillos porque si no el hijo "le iba a pegar".
Mentiras
El fiscal Giaroli también pudo establecer que Juan Bautista Contreras mintió desde que llamó al 911 para denunciar la supuesta desaparición del padre.
Dijo que había estado trabajando en Monte Comán y que por eso se había demorado en hacer la denuncia pero en realidad nunca había salido de la zona en donde vivían (La Pichana).
Contreras también afirmó que había buscado a su padre por todos lados antes de alertar a las autoridades. Sin embargo, ni un solo vecino declaró que le hubiera preguntado por el jubilado.
Claves
-El cadáver de Carlos Contreras (75) fue hallado el 4 de abril pasado, sumergido en una pileta a 200 metros de su casa. Tenía marcas de golpes en la cabeza y signos de arrastre.
-Juan Contreras admitió haber golpeado al anciano pese a que fingió no saber nada y denunciar la desaparición. Fue condenado por homicidio preterintencional agravado por el vínculo.