La fiscal Andrea Rossi dispuso que el padre de las víctimas, el principal apuntado por las lesiones de los niños, permanezca en el penal de San Rafael imputado por "lesiones graves en contexto de violencia intrafamiliar".
En tanto la mamá, de 20 años de edad, continúa en libertad pero la fiscalía mantiene vigente la prohibición de acercarse a los hijos.
El caso tomó notoriedad la semana pasada cuando la madre llegó a la guardia del hospital Schestakow con los niños con golpes y fracturas y trató de excusarse diciendo que las lesiones eran producto de caídas por jugar con un perro. Los argumentos no convencieron a los médicos, que alertaron sobre el hecho a la Justicia, que tomó intervención y apuntó a los padres.
La causa la tomó la fiscal Rossi y a la madre le prohibió acercarse a los menores, mientras que el papá fue detenido. A ambos les endilgan lesiones graves en contexto de violencia intrafamiliar.
Según fuentes allegadas al caso, el niño tiene 2 años y 8 meses de edad y presentaba una fractura en un codo, mientras que la bebé tenía varios golpes, principalmente en las piernas.
El caso salió a la luz el miércoles 6 de noviembre pasado cuando la madre ingresó a la guardia del hospital Schestakow con sus hijos lastimados. Al ver el estado en que se encontraban los menores, los médicos comenzaron a indagar sobre lo ocurrido y, para salir del paso, la mujer dijo que un perro había tirado al chiquito y que la beba se había caído.
Tantos accidentes juntos fueron poco creíbles y de inmediato dieron intervención a los profesionales del Equipo Técnico Interdisciplinario (ETI) que depende de la Dirección General de Protección de Derechos de las Personas Menores de Edad. Si bien ambos comenzaron a echarse culpas por lo sucedido, los dos padres son sospechosos de maltratar a los niños.
Después de recibir el informe de los médicos forenses, la fiscal Rossi no detuvo a la madre pero emitió una orden de restricción de acercamiento a los pequeños.
En el caso del padre, primero fue sometido a pericias psicológicas porque había manifestado que tenía intenciones de quitarse la vida y luego fue alojado en un calabozo de la comisaría Octava en San Rafael.
Finalmente, en las últimas horas el hombre fue trasladado a la cárcel sureña.