“Que cada niño pueda tener al menos un vaso de leche diario es lo que buscamos, aunque estamos convencidas de que esto no debería existir”, explicó Gabriela Millán, del Club Lechero San Rafael que recolecta leche entera larga vida o en polvo que luego distribuye en merenderos, comedores y hogarcitos que no reciben ayuda del Estado.
El Club Lechero nació en julio de 2015, tras conocer Gabriela a Pedro Dotta, quien hace seis años tuvo la iniciativa de comenzar con el primer club lechero en la localidad cordobesa de Villa Carlos Paz. Le comentó a sus hijas y decidieron replicar esa altruista tarea, para la que sumaron amigas, conocidas y gente que se sumó.
De esta forma, cada segundo domingo de mes, las colaboradoras del Club Lechero se paran en la entrada de algún supermercado. Allí hablan con la personas que llegan a hacer sus compras, les cuentan cuál es el destino y reciben las donaciones.
“La gente es solidaria sobre todo cuando pueden ver que la leche llega a quienes la necesitan. Por eso publicamos en Facebook cada recolección de leche y cada entrega; ponemos cuántos litros juntamos, a qué comedor o merendero lo llevamos con las fotos del lugar”, contaron Sofía (18) y Micaela (23), integrantes del Club.
En los dos años de existencia el grupo ya entregó alrededor de 5.000 litros de leche. “Tratamos de llegar a esos lugares que no están amparados por el gobierno, que hacen una tarea independiente y desinteresada porque ven las necesidades que hay alrededor”, afirmó Gabriela.
La única forma de colaborar es con leche (larga vida o en polvo), pero no aceptan dinero. Tampoco hay obligación de donar mensualmente; reciben en forma permanente aunque las campañas se realizan días específicos que se dan a conocer en las redes sociales y los medios.
Además trabajan asociados a otras instituciones, como el domingo 9 de octubre que participaron de la suelta de globos en memoria de los bebés fallecidos del grupo de ayuda mutua “Rugido de Esperanza”, donde recolectaron 61 litros de leche larga vida y siete cajas en polvo de 800 gramos.
Si bien su objetivo es llevar una taza de leche a los niños, las necesidades les saltan encima cada vez que recorren los diferentes comedores y merenderos. “¡Cómo no conseguir zapatillas si vemos los chicos en pleno invierno con los dedos afuera, descalzos!”, explican.
“No queremos desviarnos de nuestra meta pero es imposible mirar para otro lado. Tenemos un grupo de WhatsApp de trabajo por el que nos comunicamos y nos avisamos: "Hace falta calzado acá", o lo que sea”, dijo Gabriela, quien como muchas de las integrantes aporta su vehículo para hacer las entregas de la leche.
“No entregamos la leche a familias o personas particulares, sino que lo hacemos a los merenderos o comedores. No podemos ser ajenos a la diferentes situaciones. Ahora hemos tenido contacto con médicos del hospital. Una familia tiene un niño de diez años que pesa 17 kilos y sus dos hermanitos también tienen problemas de peso, al igual que la mamá, todos con problemas de alimentación”, contaron Sofía y Gabriela.
“Cuando vamos a los comedores -todos de barrios o zonas carenciadas- los chicos nos reciben con una alegría tremenda. ‘Tía ¿nos trajiste leche?’, preguntan. En uno de ellos les dimos unos vasos de colores vivos que nos donaron , y estaban felices, más leche tomaban”, afirmó Gabriela.
Un perfil en Facebook invita a contactarse con el "Club Lechero San Rafael- Mza", donde además se pueden ver fotos de las entregas de la leche, donde se especifica la cantidad de litros. Otra vía de comunicación para donar leche es el teléfono de Gabriela, al 0260-154570944. "Me pueden enviar un mensaje y nosotras nos ponemos en contacto para buscar la leche", contó.
La próxima recolección se realizará el domingo 12 de noviembre en la puerta del supermercado ubicado en Hipólito Yrigoyen al 800. “De estas movidas grandes participamos muchas de las 50 integrantes del Club”, concluyó Gabriela.
Comedores y hogares que reciben la ayuda
El Club Lechero de San Rafael ayuda a los comedores Carita Feliz I, II y III, ubicados en el barrio El Molino, al sur de la ciudad, abierto por Hilda Rodríguez, Alejandra Espinosa y Raquel Mercado, donde se da la leche y comida a cientos de niños.
También al hogar de chicas adolescentes “Rosa Giovanetti” (del distrito de Las Paredes), y a la asociación El Refugio, ubicada en Castelli y Alsina, donde funciona un hogar de noche para personas en situación de calle.
La leche llega además a los comedores de los asentamientos de Cuadro Nacional y de la calle Tulio Angriman, en la Isla del Río Diamante, como también a los pequeños de la costa del canal Babache (en Cañada Seca). La última semana se sumó un comedor de reciente creación, en la zona denominada Costa Esperanza, al que asisten 45 niños.