San Rafael: barrios del sur de la ciudad asolados por una ola de robos

Si hay una característica de la ciudad de San Rafael es la permanente expansión urbana que vive. Tal es el caso de la zona sur de la ciudad donde han proliferado grandes barriadas que nacen aún entre zonas de baldíos e incluso de viñas. Es lógico que con esta presencia también se ha agrandado el área de servicios que deben prestarse desde distintos ámbitos. Desde ya el municipal, que es el que se lleva la mayor carga, pero están las cloacas, el agua potable, los tendidos eléctricos, de cable, el asfalto, etc.

En esta oportunidad los que alzaron  su voz a través de los medios porque es la forma más “accesible que hay”, aseguran algunos, para plantear una problemática que no sólo es de ellos sino de muchos lugares del departamento: la seguridad.

Si bien los hechos resonantes “gracias Dios son pocos”, dice una vecina, permanentemente los barrios Ometal y el Inquilinos están bajo la mira de los ladrones.

Algunos atribuyen este fenómeno a la presencia de muchas obras en construcción y al movimiento de personas extrañas que esto origina. “Es muy difícil distinguir entre la gente trabajadora que está en las obras y los oportunistas que valiéndose de este movimiento “hacen inteligencia” para saber los movimientos vecinales y aprovechar cada oportunidad para ingresar a las viviendas (generalmente sin sus ocupantes) y llevarse todo.

Estas barriadas, muy nuevas, están entre las calles Roca y Los Sauces y comprende las calles Butti y Dr. Maradona aunque la problemática es común  a otros barrios cercanos.

Rejas levantadas, ventanas  rotas, alarmas sonando, personas ajenas tocando las puertas, es la constante en estas calles, según detallan los mismos vecinos que no desean identificarse por miedo a represalias. “No sabemos quiénes son, pero tienen conocimiento de todos nuestros movimientos”, aseguran.

Ellos atribuyen esto a la situación planteada y a falencias  en el alumbrado público (muchas luminarias no prenden o faltan) y a la existencia en las inmediaciones de un gran baldío lindante con montículos de tierra, escombros y basura que se convierte en la noche en una guarida para los delincuentes. Allí se han encontrado desde bicicletas robadas hasta un arma de fuego y otros tipos de elementos que hacen suponer que algunos de estos individuos usan también el sitio para realizar otras actividades ilícitas. Desde la comuna se prometió, ante la consulta, que se ocuparán de la situación que les compete como son la reparación de luminarias en algunos sectores y determinarán a quien corresponde la limpieza de baldíos Si son áreas privadas a sus propietarios y si son del dominio público se encargará la misma comuna.

Medidas vecinales

En las últimas semanas los vecinos, movilizados por esta ola de inseguridad, han montado un sistema con mensajes de wassap para alertar sobre cualquier irregularidad o movimientos considerados sospechosos o simplemente para preguntar si sucede algo cuando suena una alarma.

Otros han ideado un ingenioso sistema “operacional para vacaciones, que incluye un fixture que permite programar ausencias y vigilancias vecinales de acuerdo a algunos parámetros que “por seguridad” no revelaron..

A la Municipalidad concretamente le solicitan que arregle las luces que no funcionan, que limpie e ilumine los lotes baldíos circundantes y que permita o gestiones la colocación de cámaras monitoreadas por la policía comúnmente denominados “domos” de vigilancia.

Desde la policía el jefe Departamental Eduardo Algaba aseguró a este diario que se está trabajando en la zona ya que se tiene detectado el problema que viven los vecinos y que además de incrementar los patrullajes se ha intensificado la tarea de la división Investigaciones para detectar presencias sospechosas en las inmediaciones o movimientos de presuntos delincuentes.

“Nos preocupa mucho el tema y estamos trabajando para darle seguridad a nuestros vecinos”, aseguró el funcionario.