Glamour, canales venecianos, atardeceres a la medianoche y gran afluencia de turistas, pero poco clima de Mundial: así recibe a Rusia 2018 San Petersburgo, la segunda ciudad más grande del país organizador y sede del estadio más costoso en la historia de los mundiales.
Por los majestuosos canales de "La Venecia del Norte" -tal como se conoce a la que fuera capital del Imperio ruso por más de 200 años- pasarán dentro de unos días estrellas como el argentino Lionel Messi, el brasileño Neymar y el egipcio Mo Salah, pero aún las calles de San Petersburgo no emanan un espíritu mundialista.
Tal es así que unos días antes del partido inicial, el bus oficial del seleccionado de Arabia Saudí -rival de Rusia, en Moscú- atravesó la avenida principal y cortó el tránsito durante dos minutos mientras cientos de personas caminaban por allí. Pero los jugadores y el entrenador argentino Juan Antonio Pizzi apenas recibieron...indiferencia. Ni un aplauso, ni un canto; sólo unas fotos de los turistas.
La falta de calor no se siente únicamente en el aire (en pleno verano, la temperatura apenas alcanza los 16 grados) sino que también se percibe por el contraste con el fervor que ya hay en los alrededores de la Plaza Roja, en Moscú.
El epicentro de San Petersburgo está marcado por la célebre avenida Nevski, inmortalizada por el escritor Nikolai Gogol y otras figuras de la literatura rusa como Dostoievski.
En medio del imparable ir y venir de locales y turistas, el guía Vasily Perchev explica: "Aquí recibimos más de siete millones de turistas cada año; es una ciudad que no necesita del Mundial para atraer visitantes".
A su lado, en la parada de metro aparece la marquesina oficial de Rusia 2018 en carteles informativos. Pero algún distraído podría no enterarse de que hoy comienza el Mundial, a excepción de algunos hinchas que caminan con las banderas de sus países y de los poquísimos bares que anuncian en sus vidrieras la transmisión del partido inaugural de Rusia ante Arabia Saudí.
Es cierto: el primer partido en esta ciudad, es de bajo vuelo. Marruecos e Irán carecen de figuras conocidas y tampoco se caracterizan por tener hinchas particularmente fervorosos. Bordeando uno de los tantos canales de la ciudad camina en soledad Yousef, envuelto en una bandera marroquí.
Es esperable que la temperatura futbolística de San Petersburgo suba con la llegada de Salah y los jugadores locales para Rusia-Egipto, el martes 19, y debería tomar color definitivamente con Brasil-Costa Rica (viernes 22) y Argentina-Nigeria (martes 26).
Estos cuatro partidos se jugarán en el estadio Krestovski, el más caro en la historia de los Mundiales, con un costo de unos 1.000 millones de dólares, en cuyos alrededores lo más llamativo este miércoles era el gigantesco parque de atracciones donde está emplazado el Arena de 64.000 espectadores. Del Mundial, apenas un cartel.
Algunos datos históricos
La ex capital. Lo fue desde 1703 a 1917, cuando los bolcheviques la trasladaron a Moscú definitivamente.
La Venecia del Norte. Así se la conoce por su ingente cantidad de puentes (300), islas (40) y canales (40).
La ciudad de los tres nombres. Antes se llamó Petrogrado, después fue Leningrado en el periodo soviético y es conocida como Píter a secas para sus cinco millones de habitantes.