No era Dublín, pero bajo guirnaldas verdes, naranjas y blancas los mendocinos brindaron por el santo de los irlandeses. La celebración, en honor a San Patricio, anoche tuvo su epicentro en las calles de la ciudad.
Personas disfrazadas, pioneros, duendes, turistas, excéntricos, amigos, una chica de labios verdes, tomaron las veredas sosteniendo vasos de cerveza en honor al obispo del 17 de marzo.
Flint (o Pablo, el hombre que aparece debajo de la máscara) es uno de los personajes más solicitados: fotos, saludos, brindis.Unos bigototes amplios y blancos y un bonete rojo, intentan ser el espíritu de la fiesta que en el fondo guarda un cielo tribal. Un espíritu burlón, que lejos del personaje, vive tras la barra de uno de un pub.
La voz ronca de Bruce Springsteen que caprichosamente corea "Born in the USA" es el sonido de fondo con el que la velada aumenta su volumen.
Con los acordes de "Boys don't cry", de The Cure, todo parece seguir un curso normal. Todos se aprontan para la fiesta, Marina (31 años) dice tras sus labios verdes: "Yo vivía en los Brasiles de las Américas (sic)". Ella desde hace 10 años comparte en el mismo lugar esta celebración que mezcla un trébol de tres hojas con el misterio de la Santísima Trinidad.
"Una vez llegué a Chile, hice Río de Janeiro y Santiago para poder llegar a Mendoza y celebrar con mis amigos el San Patricio; pero no había pasaje, era 17 de marzo y pagué como 20 mil pesos chilenos para poder subir con mi maleta y llegar para el brindis". Verónica (de 31 años), que se acaba de presentar, y Daniel (32) son parte de aquel aquelarre colorido, junto a Marina, de amantes de la cerveza ipa.
En los cordones o en las barras, las historias se van mezclando en las conversaciones, los vasos descartables, circulan en un recorrido misterioso; rubias, negras o rojas ofrecidas al gusto. Todos tienen su tiempo, algunos lugares con globos color esmeralda aún están vacíos.
La cacería de la cerveza ‘verde’ terminará sin mucha suerte, aunque en el camino la escena regala prendas, pelucas, gorros y tréboles.
Facundo (31) desde hace ocho años espera el 17 de marzo para emprender esta particular caravana, como aquella vez que terminó gritando eufórico sobre la mesa de un bar.
Para Luz (24) es una buena ocasión para beber cerveza roja, ella celebra San Patricio desde hace cinco años por la gastronomía, la música y el baile. "Esta lleno de extranjeros, eso es lo que tiene de particular, le dan un color distinto al festejo", sostiene.
Un poco más allá, con un aire e sorpresa, María Marta (39) comentó: "Es la primera vez que vengo a la fiesta de San Patricio, me invitaron y me parece fabulosa".
Todos, en su pequeño universo le encuentran sentido a esta tradición cada vez tiene más adeptos. Mientras que alrededor el mundo un surfista hace sup vestido de abeja en honor al santo, una pareja se hace una selfie durante la celebración en Dublín o mujeres alegres visten anteojos con formas de trébol durante un desfile en Nueva York, servir cerveza verde es una tendencia todavía tímida en la Argentina.
San Patricio cae en cuaresma, en la preparación para la Pascua. Podría decirse que la fiesta tal como la conocemos surgió en Estados Unidos, pero que en la década del '90 el gobierno irlandés comenzó a utilizar como una marca a la altura del carnaval.
Apostillas
Cuatro esquinas. El fin de semana en la plaza departamental de Maipú se festejó San Patricio; trucks de cervezas artesanales y puestos de comida fueron el atractivo.
Música en vivo. Las bandas de rock o los set de dj´s fueron parte de las promociones de los bares por el St. Patrick's , también los descuentos, happy hours y 2x1.
Hechas en casa. De la mano de un aumento en la demanda del público, las cervezas artesanales compiten en primer plano. En la oferta tallan las endulzadas con miel, o las amargas con doble lúpulo.