Nadie podrá ocultar las múltiples carencias de ambos, ni tampoco que el empate complica el objetivo de ambos de pasar a la próxima fase. El reparto de puntos no cayó bien a unos ni a otros.
El 1-1, cargado de dramatismo y de circunstancias lejanas a un partido de fútbol, se ajusta a lo que produjeron en el campo. De trámite deslucido, sin demasiados lujos para contar, hubo más aciertos defensivos que de los otros, los que realmente permiten explicar mejor un resultado.
San Martín sumó por el peso específico de una de sus individualidades. Argentino lo hizo desde lo colectivo. Ésa fue la diferencia entre ambos. El número telefónico con que comenzaron no dijo nada a lo largo de 90 minutos. Ni fue más audaz el 4-3-1-2 del local, ni el 4-4-2 de la visita terminó de entregar la solidez deseada.
San Martín sufrió horrores sin Villaseca de movida. En apenas 25 minutos de juego, el delantero hizo un gol y se mostró más inquieto que el resto. Ese valor individual que tiene hoy el “Chacarero” no puede ser despreciado. Ayer, Mazzola aprendió la lección, aunque ahora pierde al goleador por, al menos, 2 fechas (fue roja directa). Distinto de Argentino, que construye su poder desde lo que genera como conjunto.
No tuvo brillo, es cierto, pero de a ratos le alcanzó para inquietar a un local que volvió a sufrir el descontento de su gente. Perdió muy rápido a Marchetti, hombre clave en el medio, y supo maquillar su ausencia con la inteligencia de Méndez y el corazón del resto.
Abrió el marcador Lucero por la desatención defensiva rival (“Me molestó porque perdimos esa marca”, dijo luego el DT) y lo empató Villaseca antes de irse expulsado por celebrar de cara al banco visitante y haciendo el claro gesto de silencio.
Segundos antes del gol visitante, Aldecoa cabeceó un centro del ‘Gato’ desde la derecha y respondió muy bien Fontemacchi. De esa réplica llegó el tanto “académico” y la bronca de los hinchas se hizo sentir.
Marchetti, al hospital
Transcurrían 19’ de la primera mitad y Mario Marchetti quedó tendido en las inmediaciones de su área luego de un choque con Matías Orozco. El volante central debió ser atendido y los gestos dejaron en claro que algo grave había sucedido.
Luego de realizar el típico gesto de “no va más”, los médicos estuvieron largo rato atendiendo al 5, quien presentaba sufrió un golpe en la nariz que le provocó la fractura de tabique. Apenas consumado el cambio, Marchetti fue trasladado hasta el Hospital Perrupato y unos minutos después fue derivado a una clínica de Godoy Cruz.