Se fue marzo y el mes dejó en San Martín la alarmante cifra de siete personas fallecidas en diversos accidentes viales, donde el denominador común ha sido el uso de motos para circular.
El saldo preocupa a las autoridades, especialmente por la falta de conciencia que muestran muchos conductores, que no usan casco o manejan de modo temerario entre el resto de los vehículos; en un intento por reducir esas estadísticas, la Policía incrementó los controles y la comuna apura la compra de un radar de velocidad para sus agentes municipales.
El último de esta serie fatal de accidentes ocurrió en la noche del sábado, cuando Pilar Cárdenas Alonso (32) con su hijo Facundo (10) como acompañante, intentó atravesar la ruta 7 en una moto y a la altura del barrio Municipal, cuando fue embestida por un VW Gol conducido por Facundo Ledesma (32). Lamentablemente, la mujer quiso cruzar por un paso no habilitado y tanto ella como el niño perdieron la vida en el lugar.
"La ruta 7 es uno de los puntos más peligrosos porque es mucha la gente que cruza a diario entre la ciudad y los más de diez barrios ubicados al norte", explicó Oscar González, secretario de Gobierno y recordó que cerca de donde perdieron la vida la mamá y su hijo, hay un puente.
Efectivamente, a 200 metros hacia el Este del lugar del accidente, Vialidad construyó a fines de 2013 y luego de años de reclamo vecinal, un cruce peatonal a la altura de la calle Pedro Vargas. La estructura es de hormigón, tiene un ancho de 2,5 metros y se sube hasta ella por una larga rampa, ya que el puente fue pensado para peatones pero también para bicicletas, motos de baja cilindrada y hasta pequeños carros.
"Sé que está mal, pero cruzo por acá porque subir el puente es una pérdida de tiempo", justifica Miriam, vecina del barrio Municipal y se lanza a atravesar la ruta 7, como tantos otros, por lugares no permitidos. En esa zona, hubo cerca de 40 muertes en los últimos 20 años.
El comisario Sergio Yanzón, a cargo de la distrital, confirma que se incrementó el número de controles viales en San Martín de motovehículos, aunque esos operativos tienen un doble propósito, ya que verificar el uso de casco y la documentación, apunta no sólo a la prevención de accidentes sino también a desbaratar posibles ilícitos, ya que en los últimos años creció el uso de motos para cometer asaltos: "Además, se roban motos en la ciudad y las revenden en las zonas rurales", explicó el comisario Yanzón.
La cantidad de motos en las calles se ha duplicado, especialmente las de baja cilindrada y mucha gente sale casi sin saber manejar e incluso sin carnet. Lo confirman desde la comisaría y agregan que "la mujer que falleció con su hijo tenía una moto que estaba aprendiendo a manejar y que se le paró sobre el asfalto".
En este mes que termina también hubo un accidente fatal en calle Lavalle y Anzorena, donde falleció Antonio López (42); hubo otro más el el lunes 9, en el carril Chimbas, donde murió Claudio Cabrera (27) luego de ser atropellado en su moto; al día siguiente hubo otro motociclista muerto y cinco días más tarde, otras dos personas perdieron la vida al chocar su moto contra un Peugeot 206, también en el carril Chimbas.
"Acá, uno de los problemas es la falta de iluminación del carril y por eso la mayoría de los accidentes ocurren de noche", dice Carlos Puente, peón rural de la zona.
San Martín tiene inspectores viales municipales, con la tarea de controlar el tránsito. Para optimizar el trabajo, la comuna ha licitado la compra de un radar de velocidad: "Irá montado en un móvil municipal y permitirá determinar la velocidad de los vehículos y, eventualmente, enviar multas por correo", explicó González y completó: "Las motos protagonizan la mayor parte de los accidentes y no sólo en San Martín; el hecho de que se hayan vuelto muy accesibles, especialmente las de baja cilindrada, nos tiene que llevar a mejorar las políticas viales y, a la gente, a mostrar una mayor conciencia a la hora de salir a la calle".
