En lo que va del año, San Martín invirtió casi 50 millones de pesos en la compra de maquinaria pesada, una decisión que le permite al municipio renovar su parque automotor vial para las próximas dos décadas pero además, profundizar con recursos propios y esquivando costosas licitaciones, un programa de mejora de calles que inició a fines de 2017 y que cubrirá este y el próximo año.
"Hoy la comuna necesita ser más ingeniosa para aprovechar el dinero del que dispone. Lamentablemente la Nación y la Provincia no nos tienen en cuenta como departamento, los proyectos que se aprueban son mínimos y entonces apelamos a equiparnos, para realizar los trabajos con equipos propios", explica el intendente Jorge Gimenez, que decidió destinar $50 millones de su comuna, para la compra de maquinaria vial y priorizar durante los dos años que le quedan de gobierno, el mejoramiento de las calles.
"Mientras que a los departamentos oficialistas el dinero para la reparación y el asfaltado de calles les baja como subsidios del gobierno, en el caso de San Martín eso no ocurre y necesitamos nuestro propio equipo para optimizar costos", dice Edgardo Gargiulo, director de Obras Públicas de la comuna.
La última gran licitación para asfaltado de calles en San Martín la hizo el municipio a fines del año pasado e incluyó unos 50 mil nuevos metros cuadrados de asfalto, es decir unas 70 cuadras; ese trabajo todavía está en obras y hoy alcanza a los vecinos del barrio Municipal, en la zona norte de la ciudad y también a distintos puntos de Palmira, especialmente en el casco viejo.
"Licitar 50.000 metros cuadrados de asfalto al municipio le significan unos 20 millones de pesos, pero hacer esa misma obra con maquinaria y recursos propios nos cuesta seis millones. La diferencia es grande y a eso apuntamos con esta compra, a minimizar costos", agrega Gargiulo.
Así, los equipos comprados por la comuna incluyen lo necesario para reparar una calle poceada con un riego de slurry, pero también para asfaltar desde cero aquellas que hoy son de tierra o ripio y que requieren excavaciones, movimientos de áridos, compactaciones y el armado de la carpeta de asfalto.
Con las máquinas viales ya en el departamento, el municipio diagrama un ambicioso programa de calles, que incluye el asfaltado de barrios y la reparación de arterias muy deterioradas. "Este programa requiere de la colaboración económica de los vecinos: la comuna va a aportar buena parte de los gastos, pero la gente tiene que poner lo suyo para tener asfalto frente a su casa", dice Gimenez y así, según la zona en la que se proyecte la obra, la comuna va a subsidiar desde el 30 al 70 por ciento de la obra.
"Ya nos estamos reuniendo con uniones vecinales que piden asfalto para sus barrios y a todos les damos la misma documentación. La idea es que hagan un relevamiento de qué vecinos están dispuestos a pagar su parte de los trabajos y con los barrios que acordemos, firmamos un convenio", agrega Gargiulo.
Reclamo por estado de ruta 50
Desde hace meses, el municipio reclama a la Provincia y a Vialidad, por el mal estado de la ruta 50, en el tramo que va desde la rotonda del hospital Perrupato hacia el oeste, un camino muy transitado y rápido, pero que se encuentra en muy malas condiciones.
El intendente Jorge Gimenez explica que la comuna ha hecho reclamos a Vialidad y a la Provincia por la reparación de esa ruta, trascendental para el departamento y que une, en esa zona más deteriorada a la ciudad con Palmira.
"Es un camino muy ancho y en muy malas condiciones, donde hemos tenido varios accidentes. Lo que le pedimos todo el tiempo al Gobierno es que lo repare y que también construya un bulevar que divida las manos y obligue a circular más despacio", detalla Gimenez.