Con más de 60 años de historia, el edificio de la escuela primaria Corrientes está entre los más antiguos de San Martín y desde hace tiempo, el lugar necesita reparaciones.
La estructura muestra problemas en sus techos, un panorama que se agravó en mayo, cuando hubo desprendimientos de parte del cielorraso y Defensa Civil clausuró preventivamente tres de las once aulas y sectores de las galerías.
En aquel momento, luego de algunos días sin clases y tras reubicar a los alumnos fuera del sector afectado, se conoció que el reclamo por los techos de la escuela Corrientes acumulaba en la Dirección General de Escuelas más de seis años de expedientes sin respuestas.
Ante esto, el gobierno provincial anunció un plan de obras inminente para solucionar el problema, pero lo cierto es que termina el año lectivo, las aulas siguen clausuradas y el inicio del esperado trabajo de reparar los techos se retrasará, al menos, hasta el primer trimestre de 2017.
Desde el Gobierno explican que el trabajo no se ha hecho porque la licitación para la obra se cayó en dos oportunidades, la última de ellas luego de que el único oferente pidió un 60% más del presupuesto oficial de $5,5 millones.
"No se puede adjudicar a un precio tan alto", justificó a Los Andes el subdirector de Mantenimiento y Reparaciones de Escuelas, Emilio Pastorino, quien no descartó "algo de especulación por parte de la empresa, dada la urgencia y porque era el único oferente".
La escuela Corrientes se encuentra a pocas cuadras del municipio, asisten allí más de 550 alumnos de la primaria y otros 400 estudiantes de un Cens que funciona por la noche.
Las tres aulas clausuradas en mayo siguen en las mismas condiciones: “El único trabajo que se ha hecho en los techos es desprender el cielorraso que estaba por caer, para despejar ese peligro”, comentó la directora María Mercedes Gosp.
Así y con tres de las once aulas clausuradas, la escuela tuvo que improvisar el dictado de clases en otros espacios del establecimiento, como son la biblioteca o una casilla que habitualmente hace las veces de oficina de Dirección para el turno noche.
Entre vallas y sillas
Para evitar que los alumnos pasen por debajo de las zonas más críticas, en algunas galerías se montaron vallados con bancos y sillas e incluso, en una de las salidas al patio se improvisó un pequeño túnel de polipropileno para minimizar los riesgos de desprendimiento de cielorraso.
“El estado de la escuela es lamentable y hace más de cinco años que nadie repara los techos, ni tampoco el cableado eléctrico”, contó Silvia, mamá de un alumno de 3er grado: “Acá, los peores días son los de lluvia porque las goteras se han multiplicado por toda la escuela; hay lugares donde llueve más adentro que afuera”, exageró.
La obra proyectada incluye la reparación de 1.800 metros cuadrados de techos, un trabajo que demandará no menos de tres meses de tareas, y que oficialmente tendrá un costo cercano a los $5,5 millones, aunque el Gobierno estaría dispuesto a revisar ese monto en la próxima licitación.
En mayo, cuando el problema desencadenó en la clausura de parte de las instalaciones, la DGE aseguró que antes de fin de año el inconveniente estaría solucionado; ahora, está claro que en el mejor de los casos, los trabajos podrían arrancar en febrero por lo que el próximo ciclo lectivo encontraría a la escuela Corrientes en pleno recambio de los techos.
Y aunque por ahora no hay fecha para esa nueva licitación, Pastorino no pierde las esperanzas de que ocurra antes de fin de año: “Tal vez podamos estar firmando el contrato a mediados de enero”, arriesgó el funcionario.
