San Martín: detectan graves irregularidades en una feria persa

Pocos servicios para más de 200 puestos que venden todo tipo de mercadería.

San Martín: detectan graves irregularidades en una feria persa

Desde hace más de cinco años,  en un terreno al norte de la ciudad de San Martín, abre todos los domingos una feria persa a cielo abierto, que arrancó con una treintena de puestos y que hoy tiene más de 200 locales, muchos de ellos atendiendo al costado de la ruta. En los últimos días, la comuna detectó graves irregularidades, al punto de que el lugar podría ser clausurado.

"El lugar fue habilitado en 2009 para la venta de artículos comestibles, prendas de vestir y calzados; inicialmente habían menos de 40 locales en una especie de persa a cielo abierto. El problema es que con el tiempo todo se desvirtuó, no se hicieron las obras prometidas y hoy hay más de 200 puestos, muchos de ellos en la calle", explicó Gustavo Innocente, a cargo del área de Inspección municipal: "Hay muchas irregularidades, al punto que el domingo pasado nuestros inspectores fueron echados del lugar mientras hacían su trabajo".

La feria está en la esquina de Lavalle y carril Norte, más allá de la ruta 7, en un predio en el que originalmente funcionaban 35 puestos. "Hoy hay más de 200, todos en espacios precarios, armados con palos, con cañas y nylon; además, muchos de ellos están en la calle, sobre la banquina", explicó el funcionario.

El domingo, inspectores de la municipalidad quisieron constatar las condiciones del lugar pero fueron echados del predio. "Lo que pudimos ver antes de que nos echaran es la gran cantidad de problemas y riesgos, el sistema eléctrico es rudimentario y peligroso, los cables viajan sin protección, muchos locales están enganchados de una misma pilastra y, además, no hay disyuntores ni matafuegos", explicaron desde el área de Inspección de la comuna.

Muchos de los locales venden fruta y verduras a precios realmente accesibles y lo mismo ocurre con la vestimenta, pero también hay comercialización de muchos otros productos, desde electrodomésticos a cubiertas, de los que la comuna no ha podido verificar la procedencia.

"Todos los domingos el lugar se llena de compradores y hay también una serie de locales de venta de comida que funcionan sin ninguna norma de higiene, sin carné de sanidad, haciendo fuego debajo de techos de caña, con mercadería en baldes y jaulas de animales", agregó el funcionario.

En su recorrida por el lugar los inspectores quisieron conocer las condiciones de los baños, pero aseguran que el ingreso les fue negado por algunos feriantes que los invitaron a retirarse, primero de buena manera y luego de modo firme: "Terminaron echados del lugar. No hay policías que recorran o controlen y nuestro personal decidió retirarse antes de que el asunto pasara a mayores", explicaron desde la comuna. Los baños están a medio terminar, una obra que, según la comuna, ya debería estar finalizada; el agua se saca de un enorme tacho.

Ayer, los inspectores volvieron al predio para terminar de recorrer el lugar y allí fueron alcanzados por muchos vecinos que se quejaron de la feria: "El domingo esto es tierra de nadie y la Policía no aparece a controlar; llega gente de todos lados a vender cosas que nadie sabe de dónde sacan", contó un vecino que prefirió no dar su nombre.

La comuna realizará una nueva inspección el próximo domingo y no descarta clausurar toda la feria.

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