El municipio de San Martín deberá adaptar su edificio, ubicado en el kilómetro cero de la ciudad, y hacerlo accesible a las personas discapacitadas o con movilidad reducida, quienes hoy tienen graves dificultades para acceder al primer piso, donde funciona todo el Concejo Deliberante.
Dentro de los edificios públicos de San Martín, la comuna es, seguramente, el que presenta las barreras arquitectónicas más graves, ya que no cuenta con ascensor, una falencia que deberá resolver en el mediano plazo, luego de una ordenanza que aprobó el Concejo al respecto, y que estuvo demorada durante casi dos años.
El proyecto de ordenanza sancionado esta semana es en realidad, modificación a una vieja norma municipal, que tiene más de 30 años y que preveía en 1986 que cualquier futuro edificio público de San Martín debía contar con la arquitectura necesaria para ser accesibles a personas con discapacidad motriz.
Sin embargo y más allá del noble objetivo, aquella ordenanza presentaba al menos, un par de olvidos graves: por un lado, no preveía sanciones para quien no la cumpliera pero además, su alcance comprendía solo a las "futuras construcciones" y dejaba afuera los edificios públicos ya existentes, entre ellos, claro, el de la Municipalidad, sin dudas uno de los más importantes: "Entiendo que se redactó de esa manera ex profeso, porque los concejales de entonces no tuvieron intención de meterse con la estructura del municipio, que claramente resulta infranqueable para las personas discapacitadas", comentó Fernando Alim, miembro del Centro Amigo del Discapacitado Motor (Cadim) y coautor del proyecto aprobado en los últimos días.
Efectivamente, el acceso hasta el primer piso de la comuna de San Martín está vedado a los discapacitados motrices y sus escaleras son todo un reto para quien use bastón o tenga su movilidad reducida por algún otro motivo. Lejos de ser un contratiempo menor, se trata en realidad de un problema mayúsculo, ya que arriba funciona el Concejo Deliberante con todos sus bloques, y aunque el lugar fue restaurado a nuevo en los últimos años, nada se hizo hasta ahora respecto a la accesibilidad.
Sin embargo, Bartolomé Robles, presidente del Concejo, sostiene que la compra de un ascensor para la comuna "ya está contemplada en el Presupuesto del Concejo" y que la obra se ejecutará durante los primeros meses de 2018. "Vamos a comprar el ascensor y a resolver el viejo problema de accesibilidad que tiene este edificio", aseguró Robles, quien estimó que el aparato deberá quedar ubicado junto a la escalera que hoy lleva al Concejo.
"En realidad, no estamos haciendo otra cosa que adecuar nuestra realidad a lo que pide la legislación nacional, que desde hace tiempo establece la necesidad de suprimir las barreras arquitectónicas de espacios y edificios públicos", explicó el concejal radical Mauricio Petri, autor de un proyecto, que durante casi dos años estuvo sin tratamiento dentro del Concejo.
Más allá de que se ha avanzado mucho, quedan aún en San Martín una serie de edificios públicos que deberán construir rampas o señalizar las que ya existen, tal y como ocurre con Hacienda, cuyo ingreso dispone de rampa aunque ubicada en un sector marginal de la construcción, sin la cartelería correspondiente.
De todos modos, el problema grave sigue siendo la comuna, que hoy es el único municipio del Este mendocino que mantiene vedado a las personas con movilidad reducida el ingreso al primer piso, donde en este caso funciona el Concejo Deliberante. En Junín, el nuevo palacio municipal tiene ascensor y lo mismo ocurre en Rivadavia y La Paz, en tanto que el de Santa Rosa no lo precisa ya que todas sus áreas funcionan en la planta baja.