El sábado, a las 15.30, en el Cerro de La Gloria, a los pies del monumento que celebra la gesta del Ejército de los Andes, se realizará la presentación formal de los equipos que disputarán la 41° edición de la Vuelta de Mendoza.
Serán 25 las escuadras que animarán la competencia organizada por la Asociación Ciclista Mendocina, con un recorrido de 992 kilómetros distribuidos en ocho etapas. Selecciones, equipos Continentales, formación provenientes de Francia, Ecuador, y Argentina, llegarán para hacerle frente a los elencos locales, entre ellos al de la Municipalidad de San Martín.
Los anfitriones de la fecha de Apertura (en el autódromo Jorge Ángel Pena) y Clausura del campeonato mendocino de ruta 2016 /2017 (con la tradicional Vuelta del Este) estará integrado por Marcelo Cádiz, Diego Panella, Diego Hidalgo. Lucas Cremades, Mauricio Pereira y Matías Zalazar.
Pero la Muni sumará al cordobés Matías Lisa, al bonaerense Sebastián Cianci, al chileno Víctor Olivares, al sanluiseño Facundo Rocca.
Quedando reservada -por el momento- la confirmación de los nombres que le darán vida a las facciones “Municipalidad de San Martín/Panella Centro de Distribución” y “Deportes San Martín”.
La voz de mando
“Nuestras expectativas son muy grandes, trabajamos desde mucho tiempo antes para llegar a febrero de la mejor manera. Todos tenemos compromisos laborales así que nos organizamos, en los tiempos que tenemos, para poder entrenar pensando en ser protagonistas en la Vuelta de Mendoza. Nuestra progresión fue de manera lenta pero ascendente y eso quedó demostrado en el campeonato local de resistencia”, señaló Marcelo Cádiz.
El campeón mendocino de ruta 2009/2010 y también con paso por el ciclismo español, es el hombre más experimentado de los Tricolores y la voz de mando de los Municipales.
“Es una responsabilidad muy grande capitanear un equipo, pero es un desafío que me gusta afrontar. Ya nos conocemos la mayoría, de hace tiempo, porque iniciamos este proyecto juntos y confiamos en él. Además recibo mucho apoyo de Diego Panella que es un apasionado al deporte tanto como yo”.
“Junto a Diego planificamos y proyectamos el calendario del equipo. Por suerte la Muni de San Martín y los diferentes sponsor confían en nosotros y eso se agradece con una buena imagen y conducta, después los resultados y el protagonismo”.
“En lo personal siempre quiero ser protagonista, trato de llegar en mi mejor forma a la Vuelta, porque me gusta mucho correrla y quiero mejorar lo hecho anteriormente”, finalizó Marcelo Cádiz.
El ciclista apasionado de la casita del Barrio Güemes
Los ciclistas tienen una debilidad muy particular por sus máquinas. Muchos de sus momentos felices transcurren sobre sus flamantes cabalgaduras rodando a gran velocidad. Marcelo Cádiz no es la excepción, sobre su primer rodado recuerda: “A los 10 años mi papá (Miguel) me armó mi primera bici, era de cross y empecé a correr en una pista de tierra que estaba en el carril Norte y Montecaseros, muy cerca de donde vivía. Siempre estaba entreverado con los chicos de mi edad y otras con los más grandes”.
“Un día, Don Ribas me comentó que podía andar bien en ruta y se lo conté a mi papá; él desde siempre fue un fanático de las carreras de ruta y consiguió una bicicleta prestada para que yo probara. En mi primera carrera, en Alto Verde, fui cuarto entre cinco corredores.
Después empecé a entrenarme y también a subir puestos, hasta que con una bici a mi medida gané por primera vez”, contó el capitán de la Municipalidad de San Martín.
Cádiz, que en 2001 pasó por España y defendió los colores del equipo Lycos con buenos resultados, recuerda: “A principios de temporada éramos muchos en el equipo (18 competidores), pero quedamos 12 ciclistas. Una fracción de 8 fuimos a correr a todos lados, y el resto sólo corrió en Cataluña”.
Allí se perfeccionó como escalador: “En España cambié para mejor a la hora de la montaña, porque allá el terreno es muy montañoso y no había carrera que no tuviera un puerto (metas de montaña). Pero imaginate, cuando las fuerzas te flaquean y ya no podés seguir pedaleando, si no tuviéramos ese amor no podríamos hacer ni diez kilómetros. Este es un deporte muy sacrificado, pero está basado en la pasión y también en la constancia”, finalizó Cádiz.