Al comando del 408 del Peugeot Team, el cordobés Néstor Girolami se consagró ayer como bicampeón de Súper TC 2000 tras dominar de punta a punta la duodécima y última final del año en el autódromo Rosendo Hernández de San Luis.
Para el nacido en Isla Verde resultó su segundo título conseguido en tierras puntanas, ya que en 2015 se proclamó monarca sobre el circuito semipermanente de Potrero de los Funes y ahora retuvo el reinado en el escenario de 4.500 metros de extensión. Así, cosechó su tercera victoria en la temporada tras los éxitos conseguidos en los capítulos de Rosario y Rafaela.
Bebu prevaleció sobre otros seis candidatos al título. Ya desde los ensayos se mostró firme y lo ratificó en clasificación, alcanzando la pole por encima de Leonel Pernía (Renault Fluence), su rival más directo en la lucha por el “1”. Justamente con el Tanito de Tandil debió pelear por la punta en la final.
En la largada, el piloto del rombo superó por afuera a Girolami y saltó a la cima. Bebu, a sabiendas de que el éxito consagraba al tandilense, no se dio por vencido y fue al frente, pero tocó al Renault en la parte de atrás, lo desestabilizó y lo llevó de excursión a la tierra.
Pernía pudo volver a pista después de controlar al Fluence y Girolami -que luego fue apercibido- levantó dejándole el primer lugar, aunque el Renault no quedó en las mejores condiciones y Pernía perdió el liderazgo en la octava vuelta.
Desde allí y hasta el banderazo, Bebu dosificó el desgaste de las gomas y la diferencia en la punta, logrando retener la corona que por primera vez había sumado en 2014.
Néstor Girolami: "Para el equipo y Leo Monti"
Sobre las maniobras que definieron la carrera, expresó: “Felicito a Pernía, que hizo un carrerón. Se comportó como un caballero; pido disculpas por el golpe porque lo enganché en el paragolpe trasero y no lo pude evitar. Lo esperé todo lo que pude para no usar esa maniobra como sobrepaso, lo dejo acomodarse, espero tres o cuatro vueltas y después vuelvo al ataque. Salió una maniobra al límite”.
Al momento de festejar, Bebu dijo: “Se lo dedico a Ulises (Armellini) y todo el equipo. El éxito es para Leo Monti y su familia; él me guió desde el cielo”.
La incógnita del bicampeón: Entre correr solamente en Brasil y llevar el "1"
El futuro del joven de 26 años dentro de Peugeot y de la categoría es una incógnita. De momento, su destino confirmado para 2016 es el Stock Car brasileño con un 408 que manejó hace dos semanas en Interlagos.
“Fueron cuatro años maravillosos en el equipo, con rispideces y vaivenes, pero siempre muy fuerte, muy sólido en lo deportivo, que en definitiva es lo que busca un piloto”, sostuvo.
A la hora de su futuro, Bebu afirmó: “Es muy temprano para decidirlo. Estoy feliz y ojalá pueda lucir el 1. Por la marca y por el equipo, me gustaría quedarme de por vida en Peugeot”.
La maniobra se discutió al subir al podio
Pernía mostró su enojo apenas bajó del Renault. “¿Qué puedo decir? Después del toque, el auto me quedó muy mal. Girolami me sorprende y me pega mal de atrás, sin necesidad. Me hace ir por la tierra y el auto se hizo inmanejable. Él lo aprovechó”.
Además, tiró: “Lo que no puede pasar es que, porque yo lo saqué bien al auto, Girolami sea campeón”.
Ya en el podio, Pernía habló con Bebu. "¿Sabés por qué sos campeón? Porque lo saco yo del pasto”, lanzó. El cordobés respondió: “Sí, es cierto. Pero te esperé todo lo que pude”.
