Real Madrid estuvo a la altura de su status de gran favorito y cerró su gran año con la conquista de su primer Mundial de Clubes, con una victoria sólida y sin apuros en la final sobre un San Lorenzo apagado.
Con un Cristiano Ronaldo poco afortunado en esta ocasión, Sergio Ramos, de cabeza en el minuto 37, y Gareth Bale, con gran ayuda de un error del arquero Sebastián Torrico, a los 6 minutos del segundo tiempo, fueron los autores de los tantos que colocaron al campeón de Europa en la cumbre del fútbol mundial.
Ni un "Ciclón" parece poder detener el espectacular momento del Real Madrid que, con este triunfo en la final, suma ya 22 victorias consecutivas y que termina a lo grande un año 2014 en el que ganó cuatro títulos, sumando este Mundial a la Copa del Rey, la Supercopa de Europa y, sobre todo, a la ansiada “Décima” Copa de Europa que el equipo blanco consiguió en mayo en Lisboa.
“El equipo ha merecido ganar este título. Podemos decir que el Real Madrid es el mejor equipo del mundo", afirmó el técnico del Real Madrid, Carlo Ancelotti, tras el partido. "Estoy muy feliz porque hemos terminado bien este año, que va a ser inolvidable.
Hemos acabado ganando una final que fue complicada, sobre todo en la primera parte, cuando tuvimos que ir a buscar las soluciones ofensivas adecuadas", añadió.
Los blancos sólo habían estado anteriormente en el Mundial de Clubes en una ocasión, siendo cuartos en la edición de 2010, pero unen este primer título a los tres (1960, 1998, 2002) que consiguieron en la Copa Intercontinental, la competición sobre la que se construyó este torneo. Para el fútbol español se trata del tercer título mundial de clubes, después de los dos logrados por el Barcelona en 2009 y 2011.
Europa continúa además ampliando su ventaja sobre Sudamérica en su pulso particular en el palmarés, donde ya domina por 7 títulos a 4.
Argentina, en el año en el que la Albiceleste ya fue subcampeona mundial en Brasil, pierde otra final, después de las que ya habían sufrido Boca (2007) y Estudiantes (2009) en las dos anteriores participaciones en esta competición.
Ramos abre la muralla
Después de su sufrimiento en la semifinal para ganar 2 a 1 al semiprofesional Auckland, San Lorenzo repitió once pero no actitud, mostrándose mucho más concentrado e impidiendo a los blancos de inicio desarrollar su fútbol.
Tras dos primeras ocasiones con tiros sin excesivo peligro de Cristiano Ronaldo, el partido no terminaba de ser claro a un campeón europeo que se atascaba en el centro del campo y no encontraba ritmo ni espacios.
Karim Benzema intentó sacar al equipo de su letargo con un disparo que paró en dos tiempos Sebastián Torrico, que también controló un tiro de Gareth Bale a pase del atacante francés.
El tanto que abrió el camino al equipo español lo consiguió Sergio Ramos, que estaba en duda por una sobrecarga pero que pudo jugar y abrió el marcador, como ya hiciera ante Cruz Azul en la semifinal. De cabeza en un saque de esquina ejecutado por el alemán Toni Kroos, el hombre que también había brindado la asistencia al central andaluz ante los mexicanos.
Error de Torrico
Antes del descanso tuvo que ser sustituido el brasileño Marcelo, lesionado, pero en el inicio de la segunda parte Real Madrid consiguió el zarpazo necesario para que el panorama hacia el título quedara despejado.
Isco jugó para Bale en el área y el galés le pegó con la zurda, para un disparo que no parecía conllevar problemas para Torrico quien, ante la sorpresa general, no pudo atajar y el balón se coló por debajo de su cuerpo, para poner el 2-0 en el marcador.
San Lorenzo apenas mostró argumentos en ataque. Con más orgullo que claridad de ideas, el campeón de la Libertadores trató de acortar la diferencia en busca de un milagro, pero Casillas salvó su principal acercamiento, un disparo de Enzo Kalinski a poco del final.
?Los españoles sólo tuvieron que dejar correr el cronómetro para poder levantar el ansiado trofeo antes de una blanca Navidad.
