Los vecinos de la calle Coronel Videla Este, de San Carlos, son muy inquietos. No son de los que se resignan sin pelear, porque todo lo han conseguido luchando. “Ahí nomás salimos a la calle, porque somos unidos y nos merecemos vivir dignamente”, dicen.
Hoy piden luminarias, banquinas y semáforos “para no lamentar más víctimas en accidentes” y acceso al agua potable, “para saber qué estamos tomando y diagnosticar enfermedades”.
Esta zona productiva del paraje La Cañada -su “lugar en el mundo”- creció mucho en población en el último tiempo y lo hace cada verano en nivel de tránsito, por la incidencia de los campings. Pero también, aunque no fue lo acordado por los tres municipios del Valle de Uco, la arteria principal del lugar es la que utilizan los camiones con residuos sólidos urbanos para llegar hasta la planta de tratamiento regional Coince.
“Esta calle es un peligro para todos. Estaba presupuestada la obra completa de pavimento, pero sólo le dieron un riego de imprimación años atrás y la dejaron así: sin banquinas, sin acequias y ya se está rompiendo”, se queja María Ramírez, una vecina que ha seguido el expediente e “historial” de esta arteria por años en la Municipalidad.
Sin embargo, la preocupación más urgente de la gente de la zona es la falta de luminarias. El año pasado, los miembros de la Unión Vecinal '5 de Agosto' pidieron la banca del vecino para pedir luminaria desde la Bomba de Chalud, cruzando la Ruta 40, hasta el 'viejo Carril Nacional'.
“Esto es tierra de nadie. Vivimos preocupados por nuestros hijos. Los niños que deben ir temprano al colegio o los estudiantes que llegan en micro al anochecer tienen que caminar a oscuras. Aunque nosotros nos avisamos y acompañamos, han crecido los robos. El otro día un prófugo de la Policía andaba escondido por aquí”, dijo Ismael Torrejón, quien hace 10 años que vive allí.
Otro punto conflictivo es el inevitable cruce escolar de la Ruta 40. Si bien es cierto, que la Municipalidad dotó de luces la intersección de la arteria nacional con Videla, la velocidad de los conductores no disminuye. Decenas de niños y adolescentes deben atravesar diariamente esta vía, para asistir a la la escuela primaria 1-300 Rosa Arenas de Moyano y a las secundarias, que todas están sobre el sector oeste de la arteria nacional.
“Hemos pedido un semáforo o algo que haga reducir la velocidad. Tenemos accidentes todo el tiempo”, apuntó Secundino Umiri. Hace cinco años, y tras un grave accidente de un vecino, ellos salieron a realizar un piquete y así lograron que les colocaran los dos reductores de velocidad sobre C. Videla.
Ricardo Lo Giudice, director de Obras Públicas de San Carlos, anunció que la comuna está a punto de licitar la compra de 200 luminarias rurales, donde están incluidas las que corresponden a esta zona de La Cañada. En cuanto al paso de camiones al Coince, reconoció que la vía convenida entre los municipios es la que sale desde el Puente del Río, en el límite con Tunuyán. “Como es de tierra, todos usan esta”, apuntó.
El funcionario también reconoció lo difícil que es gestionar obras de seguridad vial en las rutas nacionales, casi imposible cuando se trata de semáforos. “Estamos gestionando algunos semáforos intermitentes en zonas rurales, pero con Vialidad Provincial”, dijo Lo Giudice.
Agua potable y gas
“Hace 12 años que vivo aquí y nunca hemos logrado tener gas natural, pese a que la cañería pasa a metros de aquí”, señaló Benito Condorí. Los vecinos aseguran que la construcción de una planta de rebaje de gas es uno de los desafíos de la unión vecinal.
Pero más lo es la necesidad de contar con agua potable. “Sacamos agua de la surgente de una casa del loteo. Nadie hace estudios a esa agua, no sabemos si tomamos algo que nos hace bien o nos enferma. Hace tiempo unos doctores dijeron que nuestros hijos tenían problemas en los dientes por exceso de hierro”, repuso Elsa Miranda.
Lo cierto es que en la comuna reconocen esta carencia y sostienen que se “podría instalar un tanque y una mini planta potabilizadora en la misma perforación o surgente que hoy utilizan los vecinos”, afirmó Lo Giudice.
Desde la unión vecinal, contaron que recibieron la donación de un terreno y que están gestionando para tener una posta sanitaria en el lugar, ya que hoy no tienen un punto cercano al que acudir en caso de una emergencia médica.
Una fiesta multitudinaria que conserva sus raíces
La calle Videla Correa de San Carlos se viste de fiesta y color cada 5 de Agosto, pues allí tiene lugar un festival que congrega a multitudes. El año pasado, más de 600 personas se dieron cita a este sitio de La Cañada para celebrar con música y danzas la Independencia Boliviana.
En realidad, lo que tiene mayor convocatoria es el populoso desfile de comparsas con antorchas que se realiza sobre la calle Videla la noche de gala, anterior al día patrio boliviano. Sucede que esta comunidad tiene un alto porcentaje de su población proveniente de este país del norte o son hijos de inmigrantes.
“Queremos conservar nuestra cultura y compartirla”, apuntó el vecino Ismael Torrejón.