Chile prácticamente erigió monumentos a Marcelo Bielsa después que el DT argentino llevó a su Selección hasta los octavos de final del Mundial de Sudáfrica. Al paso que va su compatriota Jorge Sampaoli, los chilenos tendrán que esculpir su rostro en un costado de La Cordillera. Fiel a una filosofía de presión y verticalidad que algunos catalogaron como kamikaze, Sampaoli tiene a Chile en la segunda ronda de la Copa del Mundo después de vencer nada menos que al campeón España, al que marginó del torneo.
Este Chile dejó incluso una mejor impresión que aquel de Bielsa, una especie de gurú del juego de presión y por quien Sampaoli confesó admiración. Más ordenada y madura que hace cuatro años, la Roja de ahora lleva un paso perfecto en Brasil y no cometió las imprudencias que le costaron caro en Sudáfrica, donde cayó 2-1 ante España en la fase de grupos y fue eliminada 3-0 por Brasil en Octavos.
“Este grupo encontró un nivel de madurez bien marcado”, apuntó Sampaoli. “Se encaminó en la Eliminatoria, logró la clasificación y hoy está creciendo debidamente en una idea, y eso lo hace muy peligroso”. Esa idea tambaleaba cuando Sampaoli tomó las riendas de la Selección en diciembre de 2012, en plenas eliminatorias mundialistas. La abrupta salida de Bielsa a fines de 2011 por diferencias con dirigentes de la Federación dio paso a otro argentino, Claudio Borghi, un alumno del Loco y de exitoso paso en Colo Colo. El Bichi no cuajó y, luego de tres derrotas al hilo, la dejó en sexto puesto.
Sampaoli, multicampeón de liga y ganador de la Copa Sudamericana con Universidad de Chile, se hizo cargo del plantel y trepó posiciones hasta terminar tercero. Sampaoli sacó lo mejor de figuras como Alexis Sánchez y Arturo Vidal, dos estrellas de nombre propio con el Barcelona y la Juventus, pero también supo utilizar un plantel de jugadores con más garra que lujos como Gary Medel, Charles Aránguiz y Gonzalo Jara.
“Cuando los grupos creen en una idea van por encima de las individualidades”, apuntó Sampaoli en su oportunidad. Chile dejó muy buena impresión en un par de amistosos ante Alemania e Inglaterra, el primero una engañosa derrota 1-0 y el segundo un triunfo 2-0 en Wembley. Desde ese momento, Sampaoli se olfateaba que su plantel podría hacer algo especial en este Mundial, y lo está haciendo.
El sorteo del Mundial no fue simpático y colocó a Chile en uno de los grupos más complicados con España, Holanda y Australia. Después de dos fechas, y los chilenos se jugarán el primer puesto ante los holandeses. “Al principio todos pensaban que podíamos quedar eliminados. Este equipo esta para dar muchas cosas, ojalá ser campeones del mundo”, apuntó Vidal.