La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) se expidió recientemente, a través de un comunicado, sobre la “recuperación y la vigencia de los principios y estándares en materia de libertad de expresión” en el país, lo que marca “un diferencial respecto de los graves desvíos” que se vivieron en los últimos años. El documento es presentado con el título “Libertad de prensa: la vigencia de los principios y el camino hacia una nueva agenda”.
La entidad que nuclea a los medios periodísticos escritos de la Argentina hace alusión a que luego de más de una década de ataques constantes a la prensa, la Argentina ahora se muestra encaminada en una “senda de normalización” de las relaciones entre el poder político y el periodismo, sin dejar de hacer mención a aspectos que todavía se presentan sensibles y que será pertinente corregir.
Por otra parte, el escrito, que fue dado a conocer por el presidente de la comisión de Libertad de Expresión de Adepa, Martín Etchevers, señala que en los últimos tiempos se pudo observar en la Argentina “una conversación pública vibrante y plural, un escenario en el que pueden leerse, escucharse y verse muy diferentes opiniones y puntos de vista sobre la realidad”.
Remarca en la importancia de que “los funcionarios públicos se sometan a conferencias de prensa o a entrevistas nada complacientes”, es decir, en las que quien se muestre ante la prensa no pretenda fijar de antemano condiciones para que las preguntas no lo incomoden, lo cual estaría desvirtuando totalmente el sentido del mano a mano entre una figura pública y quien debe transmitir los hechos.
Profundizando en el diagnóstico que las entidades periodísticas ofrecen a más de un año de la asunción de la nueva gestión nacional, se manifiesta que “no se ha observado en este período una estrategia sistemática de persecución y represalia estatal contra el periodismo, el disenso y la crítica”, según reza en el comunicado, que a continuación señala: “Tampoco hubo una utilización generalizada de recursos públicos como herramienta de censura directa”.
De todos modos, hay que mencionar, con beneplácito, que pese al cambio de actitud observado desde que el nuevo gobierno remplazó a la administración de Cristina Fernández de Kirchner, Adepa también utilizó el documento emitido para hacer una suerte de llamado de atención a la dirigencia del macrismo, especialmente a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. A través del texto emitido y difundido por los medios, se pide a dicha funcionaria “reflexionar” sobre si corresponde que su gobierno promulgue una ley impulsada por el kirchnerismo, que la Legislatura bonaerense sancionó hace poco, que impone de manera obligatoria la utilización del número 30.000 cuando corresponda hacer referencia a los desaparecidos durante la dictadura que gobernó al país hasta diciembre de 1983.
“Adepa considera que la obligación o prohibición de emitir determinadas afirmaciones es un acto de censura”, destacó la organización de entidades periodísticas.
Como conclusión cabe destacar que no se trae a colación este pronunciamiento de Adepa sobre la libertad de expresión como un mero elogio al gobierno de Macri, que tiene méritos, sin duda, sino fundamentalmente por la necesidad de marcar diferencias con los tiempos de censura y persecución política a la que fue sometido el periodismo libre en tiempos del kirchnerismo.