La economía argentina tiene la característica de que depende, fundamentalmente, de las decisiones macro que toma el gobierno nacional, ya sea por el ministerio de Economía o las que toma el Banco Central.
Las provincias o los municipios pocas decisiones pueden tomar y, aunque hubo algunas iniciativas positivas (como los bonos fiscales para compensar inversiones que lanzó el ex gobernador Cornejo), los estados subnacionales no disponen de muchas herramientas, pero junto a los municipios, son los que deben afrontar las consecuencias sociales del desempleo por cierres de empresas.
Dentro de las escasas posibilidades y su escaso presupuesto, ambas jurisdicciones están poniendo en marcha iniciativas para apoyar a las pequeñas y medianas empresas con formatos simples y, en algunos casos, creativos que ayudan al desarrollo de las Pymes de su región y ayudan a la creación de empleos.
Un caso son las incubadoras de empresas. Estas iniciativas nacieron para apoyar desarrollos de profesionales e investigadores universitarios y de hecho en Argentina, y en Mendoza, existen incubadoras en universidades públicas y privadas. Si bien muchas están orientadas al desarrollo tecnológico, hay otras más amplias.
Pero algunos municipios de las provincias han puesto en marcha sus propias incubadoras, y de esa manera apoyan a jóvenes emprendedores de su zona para que puedan lanzarse con los mismos asegurando su propio empleo y dando trabajo a terceros.
No obstante, lo más interesante es que en casi todos los municipios mendocinos existen oficinas de empleo. Estas dependencias tiene por objeto mantener contacto con empresas radicadas en el éjido del departamento y que pueden ser potenciales empleadores.
Estas oficinas, además, suelen tener bases de datos de personas que buscan trabajo con sus niveles de calificación, lo que permite seleccionar a los adecuados de acuerdo a las demandas de las empresas, que es su mayoría son Pymes. Los municipios aclaran que no compiten con consultoras especializadas, sino que su tarea es complementaria.
Hay programas que, además, les dan cursos de capacitación a buscadores de trabajo para ayudarlos a complementar su formación, que en muchos casos es deficiente. Si bien no suplantan la falta de terminalidad educativa, los cursos intentan mejorar sus niveles de conocimientos.
En algunos municipios también funcionan sistemas de micro créditos, que buscan ayudar o complementar las inversiones necesarias para que muchos emprendedores puedan arrancar sus empresas. En estos casos deben presentar proyectos que demuestren su viabilidad y la posibilidad de que se devuelvan los créditos, que tiene muy bajas tasas.
Muchas veces se suele pensar que la acción de gobierno requiere de muchos fondos y de grandes estructuras administrativas y estas unidades que funcionan en la provincia y en los municipios se mueven por objetivos, con pocos recursos y mucho profesionalismo. Además, no se trata de una intervención del Estado en la economía sino de una acción para facilitar la inserción de quienes, por diversos motivos, no encuentran el camino para llegar a contactarse con empresas donde ofrecer sus servicios. Es lo que ocurre cuando apoyan escuelas o jardines maternales
Es muy importante la impronta que los jefes de los ejecutivos le pongan a estas acciones. Muchas veces no podrán corregir los problemas macro generados en la Nación, pero podrá paliar, con un acción real en el terreno la situación de muchas familias. Aunque la ayuda sea para el autoempleo, es una herramienta idónea para que muchas personas puedan proveer sus necesidades y no caer en el asistencialismo.
