Sólo es necesario acercarse, como simple observador, a cualquiera de los espacios verdes que se multiplican en distintos sectores del Gran Mendoza y a lo largo y ancho de la provincia.
El parque General San Martín, los prados del Acceso Este, el Parque Central, el Parque Metropolitano de Maipú o el Estación Benegas, en Godoy Cruz, por señalar sólo alguno de los ejemplos, se encuentran poblados de gente que concurre a realizar distintas actividades deportivas.
No hay distinción de edades, en razón de que cada uno diagrama la actividad a desarrollar de acuerdo con sus posibilidades, ni tampoco diferencias sociales en razón de que se trata de actividades que no demandan importantes inversiones.
Todo lleva a indicar que en los últimos tiempos ha surgido una saludable tendencia hacia la práctica deportiva.
En ese marco, podríamos señalar que los suplementos deportivos de los diarios que décadas atrás estaban destinados casi con exclusividad al fútbol y en menor medida al básquet, boxeo o automovilismo, han ampliado la cobertura hacia numerosas actividades que se desarrollan en la provincia, encontrándose en muchos casos ante la imposibilidad física o de espacios para cubrir todas ellas.
Paralelamente se advierte que muchos de los profesores de educación física han encontrado en los gimnasios municipales, clubes, etc., lugares adecuados para implementar su profesión.
Otro de los aspectos a destacar pasa por la forma en que se ha ampliado territorialmente la participación de las diferentes disciplinas deportivas en la provincia.
Por distintas circunstancias, a pesar de que resta bastante para calificar de excelentes a las rutas provinciales, las distancias se han "acortado" en lo que a tiempos se refiere. Así entonces, clubes del Sur, del Este o del Valle de Uco, participan en torneos en forma conjunta con los que se encuentran en el Gran Mendoza. Es más, algunos departamentos cuentan con gimnasios municipales que nada tienen que envidiar a los mejores del país.
También resulta gratificante la actitud asumida por muchos de los padres que, restando horas al descanso o a la familia, se vuelcan a la actividad dirigencial, sin ningún tipo de rédito personal.
Más allá de los deportes de mayor trascendencia popular, existen muchos "encuentros" que unen a los chicos, les fomentan la amistad y hasta congregan a las familias en su conjunto, como sucede en el vóley, en el hockey o en el patinaje artístico, entre otras disciplinas.
En ese conjunto podríamos destacar lo señalado por una joven basquetbolista quien expresó en una oportunidad que habían concurrido a jugar a un gimnasio que se encontraba en el centro de un barrio de los denominados "conflictivos".
Los propios padres de las jugadoras locales se encargaron de cuidar los autos y durante el partido las chicas que recién se iniciaban en la actividad, pedían disculpas cuando, llevadas por su entusiasmo, cometían alguna falta más fuerte que lo habitual.
Es mucho lo que se ha hecho, pero es bastante también lo que resta por hacer para canalizar esa nueva "tendencia" que se observa de parte de la gente y de las familias en su conjunto.
Si bien la cobertura es amplia, hay zonas que no cuentan con los lugares adecuados para canalizar actividades deportivas; muchas veces se carece de información sobre las actividades deportivas o bien la misma se brinda una vez finalizados los eventos y hasta el apoyo logístico necesario en los casos de los gimnasios a los que asisten chicos y jóvenes con menores posibilidades económicas.
Hay que aprovechar el momento favorable y fomentar este tipo de actividades que terminan yendo en beneficio de la sociedad en su conjunto.
