El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ataca el sistema inmunitario y así debilita la defensa contra muchas infecciones y determinados tipos de cáncer que las personas con un sistema inmunitario sano pueden combatir. A medida que el virus destruye las células inmunitarias e impide el normal funcionamiento de la inmunidad, la persona infectada va cayendo gradualmente en una situación de inmunodeficiencia.
La fase más avanzada de la infección por el VIH es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) que, en ausencia de tratamiento y en función de la persona, puede tardar muchos años en manifestarse. “La identificación temprana permite iniciar el tratamiento y evitar el desarrollo del SIDA”, menciona la Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC.
Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, actualmente hay 136.000 personas con VIH en Argentina, y sorprendentemente el 17% desconoce su diagnóstico. Anualmente se notifican alrededor de 5.800 nuevos casos, siendo más del 98% resultado de relaciones sexuales sin protección.
Síntomas y signos
Los síntomas varían según la etapa de la infección, desde ser asintomáticos hasta presentar fiebre, inflamación de ganglios linfáticos y pérdida de peso. La Dra. El Haj subraya la importancia de la detección a través de pruebas de sangre, ya que muchos infectados desconocen que son portadores hasta fases más avanzadas.
¿Cómo se transmite y cuáles son los factores de riesgo?
El VIH se transmite a través de líquidos corporales como sangre, leche materna, semen y secreciones vaginales. También se puede transmitir de la madre al hijo durante el embarazo y el parto. “Es importante saber que no existe el contagio por contactos cotidianos y que el riesgo aumenta en relaciones sexuales sin protección, infecciones de transmisión sexual y el uso de canutos y/o jeringas compartidas para el uso de drogas, o cualquier otro elemento cortante o punzante”, enfatiza la profesional.
Independientemente de la edad, raza, sexo u orientación sexual, una persona puede estar infectada con el VIH o SIDA. Para reducir el riesgo, es importante el uso correcto de preservativos en relaciones sexuales, evitar el intercambio de agujas, y realizar pruebas de detección del VIH en caso de exposición a factores de riesgo.
¿Cómo detectarlo?
La única manera de confirmar si una persona ha contraído el virus de VIH es a través de un análisis de sangre. La Dra. El Haj subraya que: “en la mayoría de las personas, los anticuerpos contra el VIH aparecen a los 28 días posteriores a la infección”. Durante este periodo, denominado “silente”, las personas pueden ser portadoras sin mostrar signos, resaltando la necesidad de pruebas estándar para la detección y evitar la transmisión inadvertida.
¿Se puede prevenir?
Una persona puede reducir el riesgo de infección por el VIH limitando su exposición a los factores de riesgo:
- Vía sexual: El uso correcto y sistemático de preservativos masculinos y femeninos durante la penetración vaginal o anal puede proteger eficazmente contra la propagación del VIH y otras ETS, con una eficacia del 85% si se utilizan de forma sistemática.
- Vía sanguínea: Se previene evitando el contacto con la sangre. No intercambiar o compartir agujas ni jeringas es crucial. Se sugiere garantizar que los procedimientos con cortes o punciones sean realizados con material descartable o esterilizado.
- Vía perinatal o vertical: Toda mujer embarazada debe realizarse el análisis de VIH durante el primer trimestre. Si el resultado es positivo, se debe comenzar el tratamiento, seguir las indicaciones médicas y suspender la lactancia materna.
- Pruebas de detección y asesoramiento: Se aconseja a todas las personas expuestas a factores de riesgo realizarse pruebas de detección del VIH y otras ETS.