La propuesta viene acompañada de un Plan de Acción Mundial resultado de las experiencias exitosas en el mundo para salvar vidas, basadas en evidencia científica. Ya se sabe lo que hay que hacer y cuáles son las herramientas para hacerlo, el gobierno tiene que actuar.
El Plan Mundial propuesto por las Naciones Unidas es inequívoco en plantear cuáles son las Metas de Acción para alcanzar esta reducción y prioriza:
- El uso permanente y generalizado de los cascos en ciclomotores, motocicletas y bicicletas.
- El uso permanente y generalizado de los cinturones de seguridad y sistemas de retención infantil en los demás vehículos automotores.
- El cumplimiento de los límites de velocidad, y también su reducción, en particular a 30 km/h en calles.
- Evitar el consumo de alcohol y/o drogas al volante.
- Evitar el uso del celular al volante.
- Generalizar el otorgamiento de la prioridad a los peatones.
Para lograrlo, en Argentina, resulta indispensable:
- Multiplicar controles eficaces y sanciones efectivas a los infractores en calles y rutas.
- Implementar la educación vial sistemática y continua en escuelas primarias y secundarias, capacitando a los docentes.
- Lograr la unificación nacional de un sistema de otorgamiento serio y responsable de las licencias de conducir, que incluya la licencia por puntos y capacitación a todos los conductores.
- Incorporar a nuestro Código Penal los Delitos contra la Seguridad Vial, para imponer penas de prisión para los transgresores muy graves.
También:
- Mejorar la infraestructura vial para incrementar la seguridad vial de todos los usuarios, en especial, los más vulnerables: peatones, ciclistas y motociclistas, población con creciente y mortal siniestralidad.
- Incorporar en todos los vehículos, las tecnologías de seguridad pasiva y activa para la reducción de siniestros, disponibles en la actualidad.
Que no mueran más personas en siniestros de tránsito es posible. Las autoridades de todo el país tienen que asumir su insoslayable responsabilidad para lograr salvar las miles de vidas que se pierden todos los años. Y cada uno de nosotros necesitamos mejorar nuestra convivencia en el tránsito, respetando las normas, y evitando asumir riesgos innecesarios, para no ser un nombre más en la lista interminable de las víctimas.
Fuente: Luchemos por la Vida