A partir del 2007, cada 2 de abril se celebra internacionalmente el Día de la Concientización sobre el Autismo, en donde se busca darle visibilidad a personas con TEA y así, mejorar su calidad de vida, contribuyendo a vivir plenamente como parte fundamental de la sociedad.
El autismo es una condición diversa, con origen neurobiológico. Al hablar de esta condición se habla de un espectro porque cada individuo es diferente y si bien comparten un mismo diagnóstico, cada uno tiene capacidades, necesidades e intereses, así como también tratamientos y terapias, distintos. En Argentina 1 de cada 37 niños padece algún Trastorno del Espectro Autista.
Nicolás Meini, hoy un adolescente de 14 años, fue diagnosticado de TEA en un grado moderado pero con necesidad de apoyo, al comienzo de su edad escolar cuando su familia y el personal de jardín detectaron comportamientos poco usuales en Nico. “Cuando empezó el jardín, vimos que todos los chicos iban para un lado siguiendo a la señorita y Nico iba para el otro… no habíamos hecho ni un mes de jardín y no lográbamos que se quedara solo, siempre tenía que estar acompañado con un familiar”, cuenta Elizabeth Baimler, la mamá de Nico.
Fue en ese momento que la familia de Nico empezó a visitar pediatras, instituciones médicas y profesionales que ayudaron a definir el diagnóstico del niño. Desde entonces, para cubrir su necesidad de estímulos Nico lleva un extenso calendario de actividades y terapias que lo ayudan a tener una vida mejor. Sumado a esto y al acompañamiento de su familia, en 2015 se incorporó Volta a su vida.
“Estábamos en una fundación que realizó una reunión de papás de chicos con autismo y llegaron Margarita y Victoria a contarnos sobre la labor de Bocalan. En ese momento miré a Leandro, el papá de Nicolás, y nos dimos cuenta que esto era lo que necesitaba Nico”, comenta Elizabeth y agrega “Luego de unos meses, Bocalán nos seleccionó para entregarnos a Volta”.
Volta es una perra de asistencia entrenada y entregada por Bocalan Argentina a la familia Meini. Está comprobado que, las terapias asistidas con perros tienden a reducir las dificultades y a impactar de manera positiva en el bienestar y la calidad de vida tanto de niños como de adultos con autismo y de sus familias. Desde el primer día que llegó al hogar de Nico, Volta cambió su vida y su manera de relacionarse con el mundo.
“La primera vez que trajimos a Volta a casa salimos a caminar, caminamos más de media hora a un paso muy ligero y Nicolás respondió excelentemente bien, agarrado de Volta y conociendo el barrio. Así fue como cambió nuestra vida, porque Nicolás conocía la zona sólo arriba del auto, no caminaba ni una cuadra sin hacer berrinche, y con Volta logramos que camine, que entre en un shopping, que estuviera tranquilo y regulado en un restaurante, irnos de vacaciones y disfrutarlas… Incluso una de las primeras cosas que logró Volta es que Nico durmiera en su cama solo con ella, porque sino dormía en mi dormitorio”, explica Elizabeth.
La perra dio la posibilidad, a él y a su familia, de moverse por distintos espacios, integrarse en diferentes actividades sociales, caminar tranquilamente y brindarle la independencia que nunca antes tuvo. Un perro de asistencia no sólo cumple con sus tareas de servicio, sino que también significa integración social, inclusión y amor hacia la familia.
Volta, al igual que todos los perros de servicio, sabe que cuando tiene el chaleco puesto, su uniforme, está “trabajando”. Con este chaleco también se conecta al niño a través de tres anclajes que la sujeta a un cinturón para mantenerlo agarrado, y a su vez lleva dos correas una para él y otra para su madre o padre, que es quien conduce al perro.
“No me voy a olvidar nunca, la primera vez que llevé a Volta a la puerta del colegio a buscar a Nico. Él cuando caminaba atropellaba a todo el mundo y la gente lo miraba mal, el día que fui con Volta vestida con su chaleco, la gente se corría. Volta hizo visible lo invisible, que era la condición de Nicolás”, agrega Elizabeth.
Una vez que le quitan el chaleco Volta es una más de la familia, puede correr, jugar, pedir mimos, y compartir como una mascota común y corriente, lo que le dio tareas dentro de la casa a Nico como alimentarla, cuidarla y mantener su higiene. Luego de 9 años de servicio, en la 10° entrega anual de perros de asistencia, Volta formó parte de la primera jubilación de perros de asistencia entregados por Bocalán. La perra se jubila, pero seguirá siendo parte de la familia Meini, como mascota.
Hoy Nico ya es un adolescente y gracias a la ayuda que tuvo con Volta ha podido ir a muchos espacios públicos y tolerar estar presente en distintas situaciones familiares y sociales que quizá, sin la perra, no hubiesen sido posibles. “Es un ejemplo de integración, de inclusión y de un gran trabajo hecho por los padres junto con la perra, para tener una vida social más inclusiva”, comenta Margarita Ziade, Directora de Bocalán Argentina, y agrega “Sé que le cambiamos la vida, le mejoramos cualitativamente su vida en estos años y por suerte muchos niños van perdiendo determinadas características dentro del diagnóstico como en el caso de Nicolás, que luego de tener a Volta ya no necesitó acompañamiento de manera permanente para ingresar a diferentes espacios públicos, por ejemplo. Esa es una de las cosas bonitas que tiene trabajar con perros de asistencia para niños con autismo”.
Bocalán Argentina es una organización sin fines de lucro que trabaja a partir de dos áreas principales: Intervenciones Asistidas con Animales (IAA) y Entrenamiento y Entrega de Perros de Asistencia. Su trabajo se vincula a cualquier actividad donde se generen interacciones entre personas y animales con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas que participan en ella y su entorno familiar cercano. Y como resultado del entrenamiento y entrega de perros de asistencia, las personas y sus familias logran alcanzar mayor autonomía en su vida cotidiana. Además, Bocalán es la primera institución de Argentina y la primera en Latinoamérica en recibir la certificación internacional y ser miembro de Assistance Dog´s International (ADI), la asociación que nuclea a todas las ONG que trabajan con perros de asistencia a nivel mundial.
Para llevar adelante el rol de un perro de asistencia, es necesario garantizar su salud física, cognitiva y bienestar general. Una nutrición de alta calidad es clave para contribuir al desarrollo y mantenimiento de su bienestar integral.
“Cuando tuvimos el diagnóstico de Nico muy poco se sabía del autismo. A medida que fueron pasando los años, no sé si es porque al tener alguien dentro de la condición en la familia uno se va interiorizando mucho más, pero si se ha hecho un poco más visible el tema de la neurodiversidad, no sólo sobre el autismo. Me parece que todavía falta mucho, pero siempre hay que mirar el vaso medio lleno y no el medio vacío”, finaliza Elizabeth, la mamá de Nico.
Aquellas personas que deseen sumarse, pedir más información sobre cómo ingresar al programa de perro de asistencia o colaborar con la causa de Bocalán Argentina, podrán contactarse vía email a info@bocalanargentina.org, a través de sus redes sociales.
Asesoró: Eukanuba