La Organización Panamericana de la Salud (OPS) instó a mantener los servicios esenciales relativos a la prevención y el tratamiento de las hepatitis virales durante la pandemia por COVID-19, con el fin de no poner en riesgo el progreso hacia su eliminación.
“En plena pandemia, las hepatitis virales siguen enfermando y matando a miles de personas”, afirmó la Directora de la OPS, Carissa F. Etienne. “Estos servicios, entre ellos la vacunación contra la hepatitis B, son esenciales y no pueden detenerse. La atención debe continuar de manera segura para todos los que la necesitan”, remarcó.
En las Américas, 3,9 millones de personas viven con hepatitis B crónica y 5,6 millones viven con hepatitis C. Sin embargo, la región ha evidenciado progresos sustantivos. Un modelo desarrollado por la OMS estima que 17 países de la región ya han logrado eliminar la transmisión de madre a hijo y durante la primera infancia de la hepatitis B, y que las Américas en su conjunto también ha alcanzado esta meta: una prevalencia regional de ≤0,1% en niños menores de 5 años.
La OPS/OMS recomienda que todos los recién nacidos deberían ser vacunados contra la hepatitis B al nacer y recibir posteriormente al menos 2 dosis adicionales para estar protegidos de por vida.
El Día Mundial contra la Hepatitis se celebra el pasado 28 de julio, con el fin de generar conciencia sobre las hepatitis víricas que inflaman el hígado y causan consecuencias como la cirrosis y el cáncer de hígado. El tema de este año fue “Por un futuro sin hepatitis” y buscó incidir en la prevención de la transmisión de la hepatitis B de las madres a sus recién nacidos.