El Día de la Niñez se celebra en Argentina, desde 1960, con el objetivo de promover el bienestar infantil con actividades sociales y culturales. Ya desde hace años, en esta fecha se promueven cambios reales a favor de la infancia y de quienes son más vulnerables, buscando su bienestar integral.
El crecimiento y desarrollo infantil son dos procesos relacionados entre sí y dependen de factores genéticos, nutricionales y ambientales. El primero se refleja a través del incremento del peso y la talla, y el segundo se refiere a la maduración de las funciones y capacidades que les permitirán desenvolverse en su vida diaria. Este último se divide en varios dominios específicos, como motricidad gruesa, motricidad fina, lenguaje, cognición y desarrollo social/emocional.
Los tiempos madurativos son diferentes y es importante acompañarlos durante los diferentes procesos que atraviesen:
- A los 6 meses, pueden comenzar a mantenerse sentados sin apoyo durante un momento y sostener su cabeza bien balanceada. Se espera que interactúen con su entorno, respondiendo con sonrisas, siguiendo objetos con la mirada, extendiendo las manos para atrapar aquello que le llama la atención y moviendo los brazos activamente.
- De los 7 meses al año, es esperable que logren participar en juegos sencillos y agarrar un objeto cuando se les indica. Pueden llegar a decir algunas palabras, gatear libremente y quizás dar algunos pasos ayudándose con los muebles o llevándolos de la mano. A partir del año comienzan la exploración del entorno por lo que necesitan una nutrición específicamente desarrollada para su edad, productos que favorezcan la motricidad con su aporte de calcio y vitamina D, y estimulen al sistema inmunológico a través de la vitamina C.
- A partir de los 2 años en adelante, pueden correr, trepar, subir y bajar escaleras y tirar una pelota. Es probable que con el paso de los meses aprendan a dibujar líneas rectas y círculos y realicen otros ejercicios de coordinación. También es esperable que empiecen a clasificar por formas y colores y comiencen a identificar los animales. Pueden saber los nombres de las personas, las partes del cuerpo y decir frases de 2 a 4 palabras. Quizás imiten a otras personas y demuestren ser cada vez más independientes. Tienen un crecimiento lento pero constante que requiere de varios nutrientes entre los cuales encontramos: proteínas, carbohidratos, grasas saludables, vitaminas y minerales.
- Durante los primeros 5 años de vida su cerebro crece con una velocidad más acelerada; es una época de grandes cambios físicos y de desarrollo de la personalidad. Empiezan a separarse de sus padres con mayor facilidad; pueden vestirse solos y armar rompecabezas. Al final de esta etapa, algunos niños y niñas pueden servirse sus alimentos y cortarlos con supervisión; también pueden saltar y trepar. Un hito importante que se cumple en este rango de edad es que comiencen o intenten ir al baño solos. La función cognitiva cobra mucha relevancia, ya que comienza con la escolaridad. Para satisfacer las necesidades durante la edad escolar existen productos que ofrecen una combinación de leche, prebióticos naturales y nutrientes esenciales para mantener su protección, acompañar su aprendizaje y promover su crecimiento.
Cada período de la vida de los niños y niñas implica una gran cantidad de cambios físicos y emocionales. Una alimentación completa, actividad física regular, sumado a la contención y acompañamiento de sus familias, favorecen un crecimiento y desarrollo saludables durante las diferentes etapas de la niñez.
La lactancia materna es el comienzo nutricional ideal para los bebés. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, seguida de la introducción de alimentos complementarios nutritivos adecuados junto con la lactancia materna sostenida hasta los dos años de edad.
Asesoró: Nestlé