Según investigaciones realizadas se sabe que 8 de cada 10 mujeres se maquillan más de tres veces por semana. Estas investigaciones también arrojaron que 3 de cada 4 mujeres tuvieron alguna vez un problema ocular como dermatitis, laceraciones corneales, sensación de cuerpo extraño y alergias, entre otros, debido al mal uso del maquillaje.
Resulta fundamental tener en cuenta que cuando los cosméticos se colocan muy cerca del ojo, pueden migrar hacia la superficie ocular ya sea por un mecanismo directo, por un mecanismo de succión, debido a la tensión superficial de la lágrima o sencillamente por el parpadeo o frote de los párpados. De esta manera, es posible que provoque molestias oculares y/o se altere la composición de las lágrimas, disminuyendo o anulando su función protectora de la superficie del ojo y amenazando la salud ocular.
Otro dato interesante es que un 50% de las mujeres que se maquillan se delinean por dentro de la línea de las pestañas por lo cual sus ojos están más expuestos a molestias, enrojecimiento, conjuntivitis tóxica o intolerancia a las lentes de contacto.
Alerta máxima
En la actualidad son innumerables las posibilidades estéticas que se ofrecen para la belleza de pestañas: máscaras, tinturas, pestañas postizas o líquido que las hace crecer. Prometen embellecer las miradas, sin tener en cuenta los riesgos a los que muchas veces nos estamos sometiendo.
Por ejemplo, algunas máscaras de pestañas contienen fibras finas de nylon con el propósito de darle mayor longitud y volumen a las mismas.Pero esas fibras pueden depositarse en la superficie ocular provocando irritación y molestias.
En los casos de la permanente de pestañas y en las pestañas postizas, se utilizan productos muy corrosivos como pegamentos y disolventes, que de entrar en contacto con los ojos producen erosiones importantes. Es por eso que debe realizarse por manos muy expertas.
Los líquidos que hacen crecer las pestañas, aumentan su longitud, grosor y color. Como efectos secundarios pueden producir ojo rojo, ardor y pigmentación del iris y/o piel periocular.
La dermopigmentación es una alternativa para mujeres con alergias al maquillaje. Se trata de un ¨maquillaje semipermanente¨. Si bien se realizan en institutos de belleza, y en manos de especialistas, quienes elijan esta práctica deberán tener cuidado de no dañar las glándulas de Meibomio que son glándulas que producen sustancias que contribuyen a la película lagrimal. Lo ideal es que se utilicen pigmentos hipoalergénicos, de origen mineral (inorgánicos) como lo son el óxido de hierro.
Más alerta aún se debe estar con la tinción de pestañas –teñido para darles color permanente- ya que no existe ningún producto aprobado por la FDA (Food and DrugAdministration), por lo que se trata de una práctica ilegal. Las tinturas que se utilizan contienen toluenediamine y parafenilenediamina que producen dermatitis de contacto, querato conjuntivitis, blefaritis, quemosis o eiridociclitis con potencial pérdida de visión.
De alergias, lentes, bacterias y vencimientos
Párrafo aparte merece quienes sean usuarias de lentes de contacto, ya que tendrán un riesgo aumentado al usar maquillaje. Es que el mismo puede entrar y colocarse entre la lente y la córnea, produciendo erosiones de la misma con posibilidad de una infección. Más cuidado y atención aún deberá tomarse entonces con las máscaras de pestañas, para evitar que se formen grumos al pintarse así como las sombras que tengan brillos.
La utilización del delineador por dentro de las pestañas, provoca depósitos de maquillaje en la lente de contacto.
Los cosméticos pueden cultivar gérmenes, más los que contienen agua. Uno de los más temibles es la “Pseudomona Aeruginosa”, un germen muy virulento y nocivo para el ojo. Entonces los conservantes son mandatorios en los maquillajes que sean líquidos. Los más utlizados, por su eficacia y seguridad, son los esteres de parabeno (metilparabeno, propil-, etil- etc) y clorhidrato de benzalconio.
Por otro lado, las personas que tienen tendencia a padecer alergias deben elegir productos hipoalergénicos, evitar componentes con metales pesados como aluminio, cobre y zinc. También conviene introducir un nuevo maquillaje a la vez para así saber qué producto de ellos produce algún rechazo. Y obviamente, si los ojos están hinchados o inflamados, no debe usarse ningún tipo de maquillaje.
Los cosméticos destinados a la zona ocular poseen una legislación específica y eliminan de su formulación todos aquellos componentes con potencial alergizante reconocido o supuesto (como por ejemplo colofonia, dihidroabietyl alcohol, formaldehido y ácido benzoico). Tampoco deben llevar sustancias volátiles como perfumes, porque se disuelven en la lágrima y pueden alterar la superficie ocular.
Como para el usuario habitual es muy difícil valorar la composición de cualquier producto cosmético, lo mejor es confiar en un laboratorio de prestigio, que haya invertido en un buen estudio de control clínico y cumpla todos los requisitos de seguridad recomendables.
Es muy importante revisar periódicamente la fecha de vencimiento de los mismos. Una vez abiertos desecharlos cada tres meses, y tirarlos inmediatamente si se tienen infecciones como conjuntivitis.
Finalmente, resulta fundamental desmaquillarse antes de ir a dormir, ya que no es bueno que los cosméticos permanezcan más tiempo de lo necesario en la piel periocular. Además, sin querer se puede frotar con las manos o con la almohada los ojos produciendo así la introducción del maquillaje dentro delos mismos.
En síntesis, tener en cuenta ciertos hábitos resulta fundamental para mantener un equilibrio entre la belleza y la salud ocular.
Tips para cuidar nuestros ojos
- Revisar la caducidad de los cosméticos: los productos de belleza tienen fecha de vencimiento y pueden cultivar gérmenes. Se recomienda cambiar el delineador y máscara de pestañas cada tres meses, y también lavar las brochas y cambiarlas cada seis meses.
- Tener cuidado con las temperaturas extremas: evitar el exceso de calor (mayor a 29°C) o frío, eso puede alterar su fórmula y la efectividad de los conservantes que contienen.
- No humedecer los productos: si el maquillaje se ha secado, no se debe utilizar agua y mucho menos saliva para humedecer.
- No compartir: se puede contagiar conjuntivitis, ya que es muy común prestar e intercambiar las sombras, los pinceles, el rímel o el delineador, entre amigas y familiares.
- Maquillarse por fuera de la línea de las pestañas: si se aplican por dentro de la línea de las pestañas, estaremos más expuestos a molestias, enrojecimiento, conjuntivitis tóxica e intolerancia a las lentes de contacto.
- Ante una infección en los ojos, no maquillarse: además, deshacerse de todos los productos que se estaba usando cuando comenzó la infección.
- Desmaquillarse con cuidado: procurar de que el desmaquillante no entre al ojo, ya que puede disolver la película lagrimal.
- Evitar maquillarse en movimiento: el ojo puede lesionarse por la introducción accidental de algún instrumento de maquillaje.
- Lavarse las manos antes de maquillarse: nuestras manos pueden ser medios de transporte de gérmenes.
* La autora es especialista en Oculoplástica y Vías Lagrimales - Médica de planta del Hospital Italiano de Bs. As. (Matrícula Nacional 109.036)