Desde que comenzó la pandemia, el Ministerio de Salud elabora informes diarios en los que se detallan la cantidad de nuevos positivos registrados durante las últimas 24 horas, pero también se detallan los recuperados y los fallecimientos. Estos últimos no son necesariamente los ocurridos durante la jornada, sino que engloban a los que perdieron la vida durante las últimas 72 horas.
Este periodo de tiempo es el margen que tienen los establecimientos de salud, tanto públicos como privados, para cargar los decesos en el Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA) que es de donde se extrae la información para confeccionar los partes. “Los fallecidos son cargados por cada institución donde se encontraba la persona. El ministerio sacó hace un tiempo una resolución donde se les informaba a las instituciones de salud que tenían un lapso de 72 horas para cargarlos al sistema”, explicaron desde la cartera. En el caso de las personas que mueren en el domicilio, la información es subida al sistema por la Dirección de Epidemiología. Lo mismo sucede con los recuperados que no son hospitalizados por cursar la enfermedad de forma leve.
Así, las muertes que se comunican en estos informes pueden haber ocurrido durante los últimos 3 días previos. Este plazo se modificó en estas piezas informativas a partir del 6 de septiembre, antes de esa fecha se detallaba que se incluía a los fallecimientos de las últimas 48 horas. Mientras que previo al 29 de agosto no se hacía esta aclaración de tiempo, por lo que se supone que abarcaban los decesos de las últimas 24 horas.
Por lo tanto, las 10 muertes que se comunicaron el pasado lunes por la noche, lo que marcó un triste récord en un solo parte, no ocurrieron todas durante ese día, sino que también englobaron los decesos del fin de semana. Otro aspecto que llamó la atención del informe de ese día fue que los fallecidos eran en su mayoría del Valle de Uco. Entre ellos uno perdió la vida en el hospital General Las Heras de Tupungato, otro en el Sanatorio Valle de Uco de Tunuyán, dos (un varón y una mujer) en el Instituto Médico de Tunuyán, un hombre en el hospital Scaravelli de Tunuyuán y una mujer en el hospital Tagarelli de San Carlos.
Tal como remarcaron desde el Ministerio de Salud se trató de una coincidencia que fueran todos de la misma región, ya que si bien perdieron la vida en distintos períodos dentro de las 72 horas previas al parte, todos fueron comunicados en el mismo informe.
Sin subregistro
La provincia de Buenos Aires fue noticia días atrás al incorporar al conteo de fallecidos con Covid-19, 3.500 personas que no habían sido cargadas previamente. Desde la cartera de salud de Mendoza remarcaron que aquí el sistema de notificación es diferente. “Lo que pasó allá es que tenían dos sistemas para cargar, el SISA y un sistema provincial, aparte los hospitales privados no estaban cargando”, explicaron desde allí. En tanto aclararon que en Mendoza solamente se utiliza el sistema SISA que es cargado por cada efector y Epidemiología en el caso de los que permanecen en sus hogares por lo que no se incurre en este subregistro.
Malargüe incorporó un espacio hisopados en una escuela
Con el objetivo de alivianarle la carga al Hospital Regional de Malargüe frente a la pandemia por Covid-19, en el departamento sureño incorporaron un nuevo espacio para que la población que tenga síntomas de la enfermedad se realice el hisopado. El mismo se ubica en las instalaciones de la escuela Gendarme Argentino y cuenta con la presencia del personal del Área Sanitaria Malargüe. Allí se llevarán a cabo los tests PCR que sean indicados por médicos de los Centros de Salud mediante un formulario identificado para tal fin. Este lugar les permite a los expertos trabajar más cómodos y siempre teniendo las precauciones del caso, tales como el uso de barbijo, distanciamiento social entre las personas y la permanente desinfección de los elementos, espacios físicos, entre otros.