La toxoplasmosis se puede evitar tomando simples medidas de higiene

La toxoplasmosis es una infección causada por un parásito llamado Toxoplasma gondii. A menudo, las personas contraen esta infección por comer carne poco cocida, frutas o verduras sin sanitizar, como así también por el contacto con heces de gato.

La toxoplasmosis se puede evitar tomando simples medidas de higiene
Toxoplasmosis

Esta infección puede ser transmitida al ser humano por ingestión de carne contaminada y mal cocida, o por consumo de agua o frutas y verduras contaminadas con heces de gato y mal lavadas. Asimismo, si una mujer contrae esta infección durante el embarazo, también se la puede transmitir al feto.

Síntomas de la toxoplasmosis

La mayoría de las personas infectadas con este parásito no presenta síntomas. Sin embargo, algunas pueden tener síntomas similares a los de la gripe, que incluyen:

  • Fiebre
  • Hinchazón de los ganglios linfáticos que puede durar semanas
  • Dolor de cabeza
  • Dolores musculares
  • Sarpullido en la piel

“En las formas graves, afecta con más frecuencia a bebés y personas con sistemas inmunitarios debilitados”, remarca la profesional de OSPEDYC.

Existen diferentes tipos de toxoplasmosis

- Toxoplasmosis ocular: se da cuando los parásitos Toxoplasma pueden infectar tejidos en el interior del ojo, presentando síntomas como dolor de ojos, poca visión o cuerpos flotantes, es decir, manchas que parecen flotar en la visión de la persona infectada. Si la enfermedad ocular no se trata, puede causar pérdida de la visión.

- Encefalitis: la toxoplasmosis puede causar inflamación del cerebro, también llamada encefalitis. Entre los síntomas se pueden incluir confusión, mala coordinación, debilidad muscular, convulsiones y cambios en el estado de alerta.

- Toxoplasmosis en el embarazo: durante un embarazo, la madre puede transmitir toxoplasmosis al feto, lo que se conoce como toxoplasmosis congénita.

“Si la infección se produce durante el primer trimestre, la enfermedad suele ser más grave. Puede provocar un aborto espontáneo”, detalla la Dra. El Haj. En algunos bebés con toxoplasmosis, se puede presentar un cuadro grave de la enfermedad en el momento del nacimiento o en la primera infancia, como por ejemplo: exceso de líquido dentro o alrededor del cerebro, lo que se conoce como hidrocefalia; Infecciones oculares graves; Irregularidades en los tejidos del cerebro; agrandamiento del hígado o del bazo; problemas de audición; convulsiones; color amarillento de la piel y la parte blanca de los ojos, lo que se conoce como ictericia; sarpullido.

La mayoría de los bebés con toxoplasmosis no muestran síntomas, pero algunos problemas pueden aparecer más tarde en la infancia o en la adolescencia, como la reaparición de infecciones oculares, problemas en el desarrollo de habilidades motrices, problemas de razonamiento y aprendizaje, pérdida auditiva, retraso en el crecimiento o pubertad precoz.

Prevención de la toxoplasmosis

Para evitar esta enfermedad la Dra. El haj recomienda:

  • Recolectar diariamente las heces de los gatos (que sólo pueden transmitir el parásito luego de las 48 o 72 hs. de la evacuación) y lavarse posteriormente las manos de manera correcta. “Esta enfermedad no es transmitida por contacto directo con felinos”, explica la Dra. Valeria El Haj.
  • Cocinar bien la carne y lavar las verduras y frutas antes de consumirlas.

“Especialmente las mujeres embarazadas y los pacientes inmunocomprometidos deberán respetar las recomendaciones para prevenir la infección”,  remarca la Dra. El Haj.

Según datos del Sistema de Vigilancia Epidemiológica Nacional, la seroprevalencia en embarazadas de Argentina es del 45,7% (promedio entre 2014 y 2018). A su vez, en Argentina, la prevalencia de la infección por Toxoplasma es muy alta y varía según las distintas regiones. Se estima que entre un 30 y 50% de nuestra población ya se encuentra infectada y se encuentran casos positivos en todas las regiones del país.

“Es importante saber que la mayoría de las infecciones no necesitan tratamiento. Sin embargo, en los casos más graves, como en las personas embarazadas o con sistemas inmunitarios debilitados, o los recién nacidos, se indica tratamiento con medicamentos, además de seguimiento médico exhaustivo. De todas formas, el mejor enfoque es la prevención evitando la exposición, higienizando correctamente las manos, frutas y verduras, y cocinando adecuadamente los alimentos”, concluye la Dra. El Haj.

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