Desde hace tiempo la hamburguesa ha gozado de mala prensa, al ser considerada sinónimo de “comida chatarra”. Sin embargo, el reciente boom de los restoranes especializados en este alimento resulta una buena oportunidad para preguntarse si es posible incorporar a las hamburguesas dentro una alimentación saludable y cuáles son las consideraciones a tener en cuenta.
Consultada al respecto, la licenciada en Nutrición Mora Berisso explicó que “es posible incluir la hamburguesa en nuestra alimentación de manera casera y utilizando ingredientes naturales en su elaboración”.
Berisso detalló que podemos lograr una versión saludable y a menor costo utilizando carnes magras, huevos, condimentos aromáticos y vegetales. “Es de suma importancia evitar el agregado de sal. Para esto recomiendo reemplazarla por condimentos tipo orégano, pimienta, nuez moscada y comino, entre otros. Para realzar el sabor también podemos agregar vegetales como cebolla, morrón y ajo. De esta forma podremos disfrutar de una rica hamburguesa real”, subrayó la especialista en Nutrición.
Siguiendo estas pautas, la hamburguesa se convierte en un alimento con propiedades nutricionales beneficiosas. En ese sentido, Berisso puntualizó: “Las hamburguesas caseras son fuente de proteínas de alto valor biológico, por lo que nos aportan aminoácidos esenciales, que son moléculas indispensables para nuestro organismo -que es incapaz de sintetizarlas-, entonces la única manera que tenemos de obtenerlos es a través de la alimentación”.
También precisó que un alimento es considerado como fuente de proteína cuando contiene 6 gramos o más de proteína por porción. “La hamburguesa casera contiene además fósforo, vitamina B3 (niacina), vitamina B12, zinc y hierro”, agregó Berisso.
La experta hizo hincapié en que la hamburguesa casera pueden ser un gran alimento fuente de proteína a incorporar en la alimentación, aunque es necesario prestar atención a su consumo en la etapa infantil. “En la alimentación de los más chicos es importante verificar la cocción de la carne, ya que el consumo de carne picada mal cocida implica riesgos para la salud en niños menores de cinco años”, indicó, para luego añadir: “Existe una bacteria conocida como Escherichia coli que genera una toxina, la cual produce el síndrome urémico hemolítico. Esto puede generar distintas fallas en el organismo. Por lo cual es de suma importancia evitar el consumo de este tipo de alimentos en niños menores de 5 años”.
Por ello Berisso insistió en que la prevención es fundamental y recomendó cocinar correctamente la carne (temperatura mayor a 72 grados centígrados) y que no queden partes rojas o rosadas. Por otro lado, instó a prestar atención en lavar adecuadamente los utensilios de cocina para evitar la contaminación cruzada.
Con qué acompañarlas
Por último, Berisso también puso de manifiesto la importancia de acompañar las hamburguesas saludables con alimentos que sigan las mismas pautas. “Podemos crear una hamburguesa nutricionalmente correcta, pero si la acompañamos con otros alimentos como un puré instantáneo o papas fritas no es tan saludable… Entonces es muy importante evaluar con qué acompañamos nuestras preparaciones”, puntualizó.
Entre las mejores alternativas para acompañar las hamburguesas, la nutricionista enumeró: papas o batatas al horno -tipo papas rústicas con cáscara, condimentadas con hierbas aromáticas- en vez de papas fritas. “¿Por qué no agregar rúcula, zanahoria, remolacha, cebolla morada, pepino, en vez del clásico lechuga y tomate? Reemplazando aderezos con guacamole, hummus, untables de zanahoria y queso, salsitas de remolacha o queso untable con ciboulette. Con estas opciones creamos una hamburguesa mucho más nutritiva, saciante y con variedad de colores y nutrientes”, concluyó.
*Lic. Mora Berisso, Nutricionista (M.P. 2.243)