El 1 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Urticaria Crónica (impulsado por la Asociación de Afectados de Urticaria Crónica), una oportunidad para concientizar sobre esta enfermedad y ayudar a mejorar la vida de los pacientes.
El lema de este año es “Acceso a la atención”. En este sentido la sección de Alergia del Hospital Italiano promueve el uso de “Cruse® Control Urticaria”, una app gratuita desarrollada por alergólogos y dermatólogos expertos en urticaria para ayudar a los pacientes a controlar su condición.
¿Qué les permitirá Cruse®?
El lanzamiento de esta app gratuita tiene como objetivo que los pacientes tengan una herramienta que les permita tomar el control de la urticaria crónica, registrando sus síntomas y generando un impacto positivo en su calidad de vida en solo unos minutos cada día.
Asimismo, quienes se registren y la utilicen podrán tener una comunicación con el médico tratante y de esta manera darle seguimiento a la respuesta al tratamiento, permitiendo el manejo efectivo y personalizado de la enfermedad.
¿Qué sabemos de urticaria crónica?
La urticaria es una enfermedad muy frecuente; se estima que entre el 12 y el 22 % de la población presentará algún tipo de urticaria a lo largo de su vida. Se caracteriza por la aparición repentina de ronchas en la piel, que pueden presentarse en tamaños y formas variables y tienen un carácter evanescente, volviendo la piel a su aspecto normal en unas 24 horas.
Produce picazón que puede ser intensa y suele ir acompañada de hinchazón en diferentes partes del cuerpo conocida como angioedema. Cuando la urticaria dura más de un mes y medio se llama crónica y no es producida por sustancias que causan alergia, no es una alergia.
La urticaria crónica es el resultado de estímulos inmunológicos o no inmunológicos que desencadenan la liberación de histamina y otras sustancias, entre ellas el factor activador de plaquetas (PAF).
Hay dos formas de urticaria crónica, las espontáneas y las inducibles. En las primeras no hay ningún elemento externo que la provoque y en las últimas, estímulos como el frío, el calor, el roce, la presión, la vibración, el agua y la luz solar pueden ser la causa.
Los brotes de urticaria alteran la vida normal de los pacientes, repercuten negativamente en el trabajo, la concentración, la vida sexual, en el aprendizaje en edades pediátricas y pueden comprometer otras actividades de la vida diaria, como el sueño y actividades recreativas.
Por eso, capacitar a los afectados para que comprendan mejor su enfermedad y ponerlos en contacto con médicos expertos es una prioridad. Es importante saber que existen tratamientos muy efectivos para controlarla.
El habitual es el uso de antihistamínicos de nueva generación que bloquean la acción de la histamina, una de las moléculas más importantes que participa en la generación de los síntomas. Uno de ellos, llamado Rupatadina aporta un mecanismo de acción más completo y dual, es decir que además de bloquear la acción de la histamina, bloquea una sustancia llamada factor de activación plaquetario que cumple un rol clave en el desarrollo de los síntomas. Estos medicamentos son muy seguros y eficaces y deben ser utilizados en dosis diarias y regulares. Por todo esto resulta importante una evaluación temprana por médico especialista.
La urticaria afecta a todos los aspectos de la vida. La asistencia a pacientes debe ser universal y accesible para todos. Por eso, existen consultorios especializados en urticarias que forman parte de una red internacional de consultorios de excelencia llamada UCARE.
Vivir con urticaria puede ser un reto increíble, con sus brotes impredecibles y el impacto que puede tener en nuestra vida diaria (incluida la salud mental). Es crucial que todas las personas afectadas por esta enfermedad tengan igual acceso a la atención que necesitan para controlar sus síntomas y mejorar su calidad de vida.