Como es sabido, durante la época más fría del año se produce un incremento de las infecciones del tracto respiratorio. Esto obliga a enfatizar en los cuidados para evitar los contagios de COVID-19.
La llegada de las vacunas contra el coronavirus significa un gran avance en la lucha contra la pandemia. Sin embargo, los especialistas resaltan la importancia de no descuidar la aplicación de las otras vacunas.
En ese sentido, el Dr. Sergio Cappiello señala que las personas mayores de 65 años, el personal de salud y quienes pertenezcan a los grupos de riesgo deben aplicarse la vacuna contra la gripe y contra el neumococo como una medida especial de cuidado: “En estos momentos, es necesario minimizar las posibilidades de una internación o de un cuadro grave que requiera hospitalización”, afirmó.
El Dr. Cappiello advierte que, si bien no existen hasta el momento reportes de reacciones adversas graves por la administración conjunta de las vacunas contra el COVID-19 y las tradicionales de invierno, se sugiere espaciar las vacunaciones para vigilar los efectos adversos. Dicho distanciamiento tiene que ver con el mecanismo de aprobación de las vacunas que exige este tipo de monitoreo.
“Es recomendable que, si el paciente se vacunó contra el COVID-19, espere 14 días para recibir una nueva vacuna. De igual manera, si recibió cualquier otra vacuna antes, debe esperar 14 días para recibir la vacuna contra el coronavirus. En el caso de la vacuna antigripal y contra el neumococo, se pueden recibir ambas incluso el mismo día”, indica el especialista.
Con el propósito de impulsar su aplicación, las vacunas antigripales ya están disponibles en todo el país y se lleva adelante una estrategia de vacunación escalonada, que comienza en una primera etapa por la aplicación a personas de 65 años en adelante y al personal de salud. Luego, se continuará con la vacunación para mujeres embarazadas, niños y niñas de 6 a 24 meses y personas de 2 a 64 años con factores de riesgo.