Es una patología autoinmune y tiene una gran predisposición genética. Estadísticamente, la padece uno de cada 150 nacidos vivos. Es muy importante su diagnóstico temprano para que sus síntomas no sean agresivos y no aparezcan otras enfermedades.
Síntomas
Una persona puede presentar síntomas clásicos, vivir una enfermedad asintomática o padecer solo una cefalea.
Los síntomas, en general, son muy variados. Los clásicos son digestivos como distensión, inflamación, dolor de abdomen, diarrea o constipación.
Tratamiento
No existe ningún tratamiento medicamentoso y el único método eficiente es una dieta libre de gluten, estricta y de por vida, que no admite ningún permitido. Respetarla es la única manera que tiene el paciente de mejorar su calidad de vida y no enfermarse constantemente.
Para tener éxito con el tratamiento es muy importante, además, realizar constantemente los controles médicos periódicos, ya que es una enfermedad que requiere mucha voluntad, tanto del paciente como de su entorno.
Contaminación cruzada
La dieta Sin TACC (trigo, avena, cebada y centeno) no es el único requisito para mejorar la calidad de vida del paciente celíaco, sino que también es necesario el acompañamiento de su entorno. El motivo más importante es que cualquier contacto con esos alimentos o utensilios que los hayan tocado puede provocar la contaminación de su comida.
La contaminación cruzada se produce cuando un alimento libre de gluten se pone en contacto con esta proteína. La cantidad de gluten que daña al intestino de la persona celíaca es tan ínfima, que no la vemos.
Esto se puede producir en campos de cultivo y cosecha, en fábricas, equipos de procesamiento, en comercios donde se vende o en lugares donde se elaboran alimentos. También puede haber contaminación en el hogar, al cocinar, al comprar o al almacenar los alimentos.
OSEP cuenta con el programa Ser Celíaco, del Departamento de Nutrición y Alimentación, que responde consultas sobre la enfermedad. Salta 877, Ciudad. Teléfono 3480407.