Con el objetivo de ayudar en la lucha contra el coronavirus en plena pandemia, investigadores del Conicet desarrollaron un cañón de ozono para desinfectar espacios públicos a través del gas que esparce el dispositivo y que se acopla a la estructura molecular del virus y lo destruye.
Según un comunicado del propio organismo, la idea surgió ante la posibilidad de que la Argentina ingrese en poco tiempo en la denominada “nueva normalidad”, fase que está prevista para cuando se haya superado el momento más crítico de contagios por COVID-19 en el país y en especial en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
De acuerdo con lo que se precisó, los expertos del Conicet y de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) en el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR, Conicet-CICPBA) se encuentran actualmente trabajando en el desarrollo de este cañón de ozono. Se trata de un dispositivo que permite generar altas concentraciones de ese gas para luego esparcirlo en diferentes espacios públicos y eliminar de forma rápida, segura y eficiente virus, bacterias y gérmenes que pueda haber en las superficies.
De esta manera, se podrá desinfectar áreas que comúnmente están en contacto con enfermos de COVID-19. Romero detalló que “el ozono se acopla a la estructura molecular de los virus o la membrana grasa que recubre a las bacterias y gérmenes, y las destruye”. Los expertos del IAR contaron que este gas es el esterilizante y desinfectante más potente que se conoce, y que además de ser altamente efectivo es completamente inocuo para seres humanos y animales.
Fuente: Consenso Salud