Aunque la mayoría de los trastornos de sueño se pueden prevenir o tratar, menos del 30% de las personas con problemas de sueño busca ayuda profesional.
En este contexto, el Día Mundial del Sueño fue creado por la Asociación Mundial de Sueño como una iniciativa para concientizar sobre la importancia del sueño para nuestra salud y nuestra calidad de vida. El lema de este año, en su 15º edición, es “Sueño de calidad, mente sana, mundo feliz”.
- ¿A qué nos referimos con sueño de calidad?
Para lograr un sueño adecuado debemos mantener horarios regulares, acostarnos y despertarnos todos los días en horarios similares; procurar que el período de sueño se produzca en un ambiente adecuado: oscuro, silencioso y con una temperatura confortable; dormir entre 7 y 8 horas continuas por noche para que el sueño resulte reparador y nos permita estar descansados y alertas al día siguiente.
- ¿Cómo impacta el sueño en nuestra mente y nuestras emociones?
La relación entre el sueño y la salud mental es bidireccional. Por un lado, dormir adecuadamente colabora con un estado de ánimo equilibrado: previene cuadros como la ansiedad o la depresión, ayuda a regular mejor las emociones y permite un buen funcionamiento de las habilidades cognitivas.
Por otro lado, las alteraciones del sueño son uno de los síntomas más frecuentes en los trastornos psiquiátricos. Los trastornos de sueño no son solamente una consecuencia de los cuadros anímicos, sino también -y, sobre todo- son promotores del empobrecimiento de la salud mental y representan un factor de riesgo para el desarrollo de deterioro cognitivo y demencias.
Si dormimos bien, podemos pensar más claramente y seguramente nos sintamos mejor. Esto promoverá una forma más adecuada de interaccionar y prestar más atención a nuestro entorno y a los que nos rodean. Si dormimos bien, tal vez podamos pensar en un mundo más feliz para todos.
*Las autoras pertenecen al Laboratorio de Cronofisiología, Instituto de Investigaciones Biomédicas BIOMED
Universidad Católica Argentina (UCA) - CONICET