La Organización de las Naciones Unidas en el año 2007 declaró el 2 de abril como el Día Mundial de Concientización sobre el Autismo con el objetivo de recordar la importancia de mejorar la calidad de vida de niños/as y adultos que padecen trastornos del espectro autista (TEA) como también reafirmar los valores de igualdad, equidad e inclusión, y promover la participación de todas las personas con autismo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los TEA son un grupo de complejos trastornos del desarrollo cerebral, término genérico que abarca afecciones tales como: el autismo, el trastorno desintegrador infantil y el síndrome de Asperger.
La OMS sostiene también que, las características del autismo pueden detectarse en la primera infancia, pero, a menudo, el autismo no se diagnostica hasta mucho más tarde. Aproximadamente, 1 de cada 160 niños en todo el mundo tiene TEA.
Estas afecciones se caracterizan por dificultades en la comunicación y en la interacción social, además de un repertorio de intereses y actividades restringido y repetitivo.
“El autismo no es una enfermedad, por lo tanto, no existe una causa ni una cura. El mismo es una condición que acompañará a la persona durante toda su vida y es importante realizar un diagnóstico temprano para determinar un mejor pronóstico”, remarca la Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC.
A su vez, el trabajo fundamental como agentes de la salud es la detección temprana y el asesoramiento a la familia para incluir terapias adecuadas al caso, planes educacionales y otras medidas que conduzcan a una mejor calidad de vida.
“Se necesita un abordaje interdisciplinario para el tratamiento, el rol de la familia es muy importante para garantizar un mejor desarrollo y autonomía. La aceptación de estas características a partir del diagnóstico, permite que surjan nuevas oportunidades para que el niño/a y/o adulto pueda relacionarse, y ser acompañado en su desarrollo”, agrega la profesional.
Por otro lado, la explicación a la simbología del color azul —color que se asocia al autismo— se basa en que: “este color representa al mar que, a veces está tranquilo y en otras oportunidades está revuelto. Lo mismo sucede en la vida de una persona con autismo y su entorno familiar: hay días serenos y otros más tormentosos”, detalla.
Al igual que cualquier otra persona, quienes tienen TEA, poseen el mismo derecho a recibir una educación de calidad y ser incluidos en la sociedad; la detección temprana y el acompañamiento de los profesionales tanto a las familias como a la persona hacen posible lograr una vida plena y armoniosa para el paciente.
Por otro lado, y como cada año, la Confederación de Autismo impulsa una campaña para el Día Mundial de Concienciación del Autismo. La del 2022 tiene como objetivo enfatizar en el derecho de las personas con trastorno del espectro autista y sus familias a desarrollar y disfrutar de una vida feliz. Por eso, el lema de este año es: “Un feliz viaje por la vida #DíaMundialAutismo”.
“Muchas de las personas que padecen autismo, se enfrentan a un nivel muy alto de discriminación en todos los aspectos de la vida, debido en buena medida a la falta de concientización sobre los TEA. Por esta razón, es preciso eliminar los prejuicios existentes y empatizar con toda la comunidad”, puntualiza El Haj.
Y agrega para finalizar que: “es fundamental conocer y comprender sus necesidades para poder facilitarles los apoyos específicos que les permitan vivir felices y participar en la sociedad en igualdad de condiciones respecto al resto de los ciudadanos”.