Los santos cristianos eran la forma de transformar al politeísmo pagano en la nueva fe de la Iglesia. De esta forma, la transición al monoteísmo fue más fácil de asumir cuando el cristianismo se convierte en el credo oficial del imperio romano. Para otorgarle más jerarquía a estos santos se los elige entre los mártires cristianos víctimas de las persecuciones de Diocleciano.
Tal el caso el Santa Lucía, oriunda de Siracusa, nacida en el año 251 de nuestra era. Criada como cristiana, Lucía pensaba consagrarse a la religión siguiendo la tradición de las vírgenes vestales. Uno de los pretendientes de esta joven de bellos ojos, ante la negativa a sus reclamos, la denunció al prefecto de la ciudad, llamado Pascasio, quien ante la inamovible decisión de la joven de conservarse casta, ordenó su traslado a un prostíbulo. Fue imposible cumplir esta orden, ya que no había fuerza que la pudiese mover de su lugar, razón por la cual Pascasio ordenó quemarla, sin que las llamas le causaran daño. La opción de decapitarla fue la más efectiva para sancionar a la joven virtuosa. Su muerte fue registrada el 13 de diciembre del 304.
La devoción popular asoció su nombre, “camino de la luz”, con los problemas visuales, de allí que otra versión sostiene que ante los avances de un pretendiente que alababa la belleza de sus ojos, ésta se los arrancó.
Sus restos se trasladaron de Siracusa a Constantinopla, de donde fueron retirados por los venecianos durante la cuarta cruzada y enviados a la Iglesia que lleva el nombre de la Santa en Venecia, hasta que fue derribada para la construcción de la estación de ferrocarril, que también se llama Santa Lucía.
Los santos cristianos se especializaron en distintas partes de la anatomía antes que los médicos (San Lorenzo es el patrono del dolor de espalda, Santa Apolonia del dolor de muelas, San Domingo Savio de la fertilidad...). Santa Lucía fue patrona de los ciegos. pero también (y por oscuras razones) de los electricistas, los campesinos y escritores (suponemos que algo tendrán que ver los trabajos visuales). Por extensión, los oftalmólogos son homenajeados el mismo día del martirio de la Santa.
Muchos institutos y hospitales llevan el nombre de la patrona de la vista. El de Buenos Aires fue fruto de la iniciativa de la entonces presidente de la Sociedad de Beneficencia, Dolores Lavalle de Lavalle, hija del guerrero de la independencia, quien propició la creación de un consultorio oftalmológico primero y después del servicio de enfermedades de los ojos creado el 21 de octubre de 1878. Tal fue el origen del presente nosocomio .
La especialidad ha crecido en el mundo al punto de que sus dos cirugías más frecuentes -la operación de cataratas y las cirugías refractivas- son las más realizadas en el planeta. Más de 22 millones de operaciones de cataratas se hacen en el mundo al año, casi todas con implante de lentes intraoculares.
La especialidad es una de las que más ha progresado debido a las necesidades visuales del mundo moderno y los adelantos técnicos, que hacen a las intervenciones más rápidas y seguras.
Argentina ha logrado un posicionamiento de privilegio en el mundo gracias a la idoneidad de sus profesionales y el esfuerzo para mantenerse actualizados, por las inversiones en clínicas y consultorios que velan por la salud visual de sus pacientes .
*El autor es médico oftalmólogo e historiador- Miembro de la Cámara de Medicina Oftalmológica (CAMEOF)