Se denomina cáncer de ovario a cualquiera de los tipos de tumores malignos que afectan a los ovarios. El ovario es la gónada femenina que tiene la función de secretar hormonas sexuales y que produce al óvulo. Se ubica en la pelvis, uno a cada lado, tiene forma ovoidea y miden alrededor de 3 cm de diámetro.
En Argentina, el cáncer de ovario es el quinto más común en las mujeres, luego del cáncer de mama, colorrectal, pulmón y cuello uterino. Además, es la sexta causa de mortalidad por cáncer en mujeres.
Síntomas y diagnóstico
Los síntomas son inespecíficos al inicio de la enfermedad. Entre ellos, se destacan: dolor, distensión abdominal, sensación de pesadez, náuseas, saciedad precoz, pérdida del apetito, constipación, cansancio, alteración del ciclo menstrual o sangrado vaginal anormal.
“Es muy importante recalcar que, aunque los síntomas son poco específicos, se puede realizar un diagnóstico precoz. Éste se establece mediante la consulta anual y el examen pélvico que realiza el profesional de la salud, inicialmente una vez al año, salvo que se indiquen otras frecuencias. El profesional puede solicitar otros estudios como la ecografía transvaginal, Tomografía, Resonancia magnética o laboratorios específicos”, explica la Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC. Y agrega que: “el diagnóstico de certeza se establece por medio de la cirugía para así poder establecer el tipo de cáncer con la anatomía patológica, el estadio de la enfermedad y el tratamiento indicado”.
Factores de riesgo y tratamiento
Existen varios factores de riesgo para el cáncer de ovario. Se puede tener uno o hasta muchos factores de riesgo, lo cual no necesariamente significa que se padecerá la enfermedad. Asimismo, puede que algunas personas que llegan a padecer la patología, no tengan ningún factor de riesgo conocido. Teniendo presente esta aclaración, se enumera:
- Envejecimiento. El cáncer de ovario es poco común antes de los 40 años. La mayoría de los casos, se presentan en personas postmenopáusicas.
- Sobrepeso u obesidad.
- Tener hijos después de los 35 años o no tener hijos.
- Antecedentes familiares. Es fundamental contarle al médico si en la familia hay antecedentes de personas con esta patología.
Es de suma importancia, no sólo para esa enfermedad sino para la salud en general, mantener hábitos saludables, evitar el sobrepeso, realizar control anual con el ginecólogo, realizar actividad física, no fumar, tener en claro y transmitir al profesional de la salud tratante los antecedentes patológicos de familiares cercanos.
En cuanto al tratamiento, se basan en el tipo de cáncer de ovario, su estadio o etapa y otras situaciones especiales. La mayoría de las mujeres con cáncer de ovario requerirán cirugía para extraer el tumor. Dependiendo del tipo y lo avanzado que esté puede que se necesite otro tipo de tratamiento ya sea antes o después de la cirugía, o a veces durante ambos tiempos.
“Como en todas las patologías es fundamental su diagnóstico precoz y tratamiento temprano para evitar que la enfermedad se agrave”, finaliza la profesional.