Las necesidades nutricionales de los niños son altas; por lo tanto es muy importante que cada alimento que consuman sea muy nutritivo. Las golosinas, bebidas gaseosas, jugos sintéticos concentrados y productos ultraprocesados, en general, no son adecuados para su alimentación.
A los 6 meses
- Se sugiere una comida al día y pecho a demanda.
- Comenzar con papillas de cereales: arroz, fécula de maíz, harina de maíz.
- Por ejemplo, arroz bien cocido y pisado con tenedor; polenta con zapallo o purés de hortalizas (combinar papa sin brotes, batata, zapallo y zanahoria, enriquecidos con leche materna o leche en polvo fortificada).
- No agregar sal porque los alimentos la contienen naturalmente y los pequeños deben acostumbrarse a los sabores naturales.
- Sí se puede agregar en cada comida una cucharadita de aceite o manteca.
- Una semana más adelante puede sumar un pequeño trozo de carne sin grasa (de vaca, pollo, conejo o cerdo) bien cocida a la plancha, a la parrilla o hervida y bien desmenuzada picada finamente o rallada.
- Una vez por semana se puede reemplazar la carne por hígado bien cocido y molido o morcilla tamizada (sólo la parte cremosa, sin piel ni partes duras) y a los purés se les puede agregar: salsa blanca, ricota o queso crema.
- Postre: ofrecer purés de pulpas de frutas maduras (manzana, banana, peras, durazno), bien lavadas y peladas.
- Bebidas: agua hervida y fría. Evitar jugos de frutas en exceso, es mejor la fruta con pulpa.
- No se recomienda el uso de azúcar, no ofrecer postres o bebidas azucaradas.
Entre los 7 y 8 meses
- Se pueden añadir 2 o 3 comidas diarias. Agregar papillas con:
- Harinas de trigo, sémola, fideos laminado fino, avena arrollada
- Con otros vegetales como zapallitos o de legumbres bien cocidas y tamizadas sin piel como lentejas, garbanzos, habas y arvejas
- A los purés se puede sumar yema de huevo duro pisada.
- Puede comer también pan ligeramente tostado, bizcochos secos, galletas simples sin relleno y vainillas.
- Es importante todos los días dar una fruta y un vegetal de color naranja, amarillo, verde.
- No es necesario agregar otras leches hasta después del año. Y si el niño es amamantado tampoco postres de leche (salvo que sean elaborados con leche de la propia madre y sin azúcar). Leche entera luego de 12 meses y quesos blandos y duros pueden agregarse a preparaciones a partir de los 9 meses. En caso de los yogures si son indicados deben ser naturales.
Desde los 9 meses hasta el año
- Se pueden ofrecer 3 a 4 comidas diarias.
- Las 4 comidas diarias serían: desayuno, almuerzo, merienda y cena.
- Puede comer todas las frutas frescas, bien lavadas y peladas, en trocitos. Verduras y cereales en preparaciones como budines, con salsa blanca, con ricota, en ensaladas cortadas en trozos chicos. Pulpa de tomates (sin piel y sin semillas), remolacha, espinacas, choclo rallado o triturado. Todos los pescados cuidando muy bien de retirarle las espinas. Huevo entero, bien cocido y picado o en preparaciones como budines, tortillas y rellenos. Dos o tres veces por semana pastas rellenas y guisos con pocos condimentos. Dulces de batata o membrillo. Quesos tipo postre y de rallar como condimento. Utilice aceite vegetal en pequeñas cantidades para mejorar el sabor de las comidas. No es necesario añadir sal.
- Es importante que el niño tenga su propio plato para contabilizar lo que come, que la alimentación sea variada para incorporar todos los sabores. Respete el apetito del niño o niña: ellos regulan de una manera natural la cantidad que necesitan. Deje que el pequeño use sus manos –previamente lavadas–para llevar los alimentos a la boca; así conocerá la diferente consistencia de las preparaciones.